Los osos cantábricos no son basureros pero cualquier oso podría llegar a serlo. Es la principal conclusión que se desprende del estudio ‘Osos y basuras en la Cordillera Cantábrica. Anticipando nuevos retos’, un documento técnico, que la Fundación Oso Pardo ha presentado este miércoles en Villablino, que analiza la seguridad de los contenedores de basura en áreas oseras, y establece una serie de recomendaciones para mejorarla, con el fin de contribuir al mantenimiento de la buena convivencia con la especie.
El estudio de la Fundación Oso Pardo se desarrolló a lo largo de un año, en dos fases, una primera teórica de revisión de casos en todo el mundo, y una segunda de campo para analizar la situación de dos municipios con presencia permanente de osos: Villablino y Somiedo. “En ambos casos, la basura está en general bien gestionada, pero aun así los osos tienen numerosas oportunidades de acceder a contenedores situados en lugares apartados, merenderos y pueblos poco habitados”, tal y como asegura Juan Carlos Blanco, autor principal del estudio.
Hasta ahora, continua diciendo Blanco, “apenas se habían conocido en España casos de osos acudiendo a la basura y no se tiene constancia de ejemplares habituados”, aunque Blanco admite que “existen osos que se alimentan estacionalmente en árboles frutales próximos a viviendas, y que comen el pienso de los terneros y el de los perros”.
En cuanto a la búsqueda de alimento fácil en la basura por parte de algunos ejemplares de osos “sucede en todas las poblaciones de osos del mundo”, subraya el experto, por lo que era de esperar que en la Cordillera Cantábrica, donde se está produciendo un éxito notable en la recuperación de la especie, “se pudieran empezar a producir estos casos”, matiza.
Precisamente, el pasado 7 de septiembre en Villablino, unos vecinos grabaron a un oso joven en un contenedor de basura en el barrio de Las Rozas.”No obstante, el contenedor se encontraba en un lugar poco frecuentado junto a un polígono industrial, en una calle con escasa iluminación, y ya cerca del monte”, apunta Blanco.
Las recomendaciones que arroja el estudio
En España, actualmente, no puede decirse que exista un problema con los osos y las basuras no adecuadamente gestionadas “pero este caso recién documentado en Villablino y la expectativa de que la población de osos se siga recuperando, indican que es mejor prevenir y aplicar una serie de recomendaciones”, añade el experto.
La principal es recoger la basura de forma frecuente para que los contenedores no rebosen. Además los contenedores deberían ubicarse en puntos bien iluminados de noche, bajo farolas o junto a ellas y es preferible que estén junto a viviendas habitadas. El uso de cubrecontenedores (con o sin tejadillo) para evitar que los vuelque el viento, también reducen la accesibilidad de los osos y otros animales.
Los pueblos de estructura alargada o con viviendas dispersas y casas aisladas “son más susceptibles de tener problemas con la basura que los pueblos compactos o de estructura circular”, por lo que en estos casos “se debe tener especial cuidado para prevenir el acceso de los osos a la basura”, señala Blanco quien además insiste en que los contenedores ubicados en zonas de recreo, merenderos, aparcamientos,… alejados de núcleos rurales “deberían ser cerrados de forma temporal en cuanto se sospeche que atraen a los osos”.
En la hipotética circunstancia de que haya osos que empiecen a ser atraídos por la basura o por otros alimentos “debe aplicarse el protocolo de intervención con osos aprobado por la Comisión Estatal para el Patrimonio Natural y la Biodiversidad el 24 de enero de 2019”, concluye diciendo el autor del estudio que se ha realizado con financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y la colaboración de ECOEMBES en el marco del proyecto LIBERA. Colaboraron asimismo el Ayuntamiento de Villablino (León) y el Ayuntamiento de Somiedo (Asturias).
Cómo y por qué se elaboró el estudio
La Fundación Oso Pardo fue retrasando la elaboración del estudio porque en España realmente no existe un conflicto como tal entre osos y basuras, sin embargo, querían investigar por qué en la mayor parte de los lugares en los que habitan osos sí se produce esta problemática. Es cuando deciden iniciar el estudio tomando como campo de análisis a dos zonas contiguas que, aunque pertenecen a distintas comunidades autónomas, “tienen un serio compromiso respecto a la conservación del oso”, indica Juan Carlos Blanco, Somiedo y Villablino.
La FOP recorrió prácticamente todos los pueblos, especialmente los más pequeños “porque es donde pensábamos que podía haber un mayor conflicto”, puntualiza el autor. Observaron donde estaban ubicados los contenedores, si estaban colocados en el centro o en las afueras, si se encontraban situados cerca de viviendas habitadas, si existían farolas en sus proximidades…
Asimismo, analizaron cuanta basura tenían, si rebosaba o no e incluso si podría haber contenedores que albergaran algún atractivo especial para los osos y a pesar de que tal y como ha reconocido el autor del estudio, “la basura se gestiona bastante bien en ambos Ayuntamientos, vimos muchas situaciones en las que los osos podrían haber accedido a ella”.
Desde la FOP también se realizó un repaso bibliográfico sobre casos que suceden en Europa y América del Norte “porque en Norteamérica se han llevado a cabo muchos estudios que demuestran que los osos tienen una gran facilidad para habituarse a comer en la basura”, una costumbre que según Juan Carlos Blanco “cambia la fisiología de los plantígrados, son más grandes que aquellos que no practican este hábito y además tienen una mortalidad más grande”.
En el caso de Europa los casos son “preocupantes”, confesó el autor. “Hay un país que ha estado a la cabeza de la mala gestión en cuanto a los osos que es Rumanía. Concretamente en la ciudad de Brasov, comenzaron a ir a los contenedores y a pasearse por la calle para arriba y para abajo. En una sola noche yo he visto trece”, relata Blanco. Decenas de personas alimentaban a los plantígrados hasta que “ocurrió lo inevitable y un oso mató a dos personas”. A partir de entonces los contenedores se cerraron y los osos desaparecieron poco a poco de la ciudad pero “las autoridades se han ido relajando y ahora siguen de paseo por Brasov”.
Para, precisamente evitar que situaciones así pudieran suceder en España, se inició este estudio. “Cuando estaba finalizado aparece el vídeo del oso alimentándose de la basura en Villablino. Nosotros no conocíamos ningún caso y todo el país estaba viendo las imágenes del plantígrado de Laciana así que tuvimos que hacer una nueva redacción”. Es así como la FOP descubre que el objeto de la investigación “tenía sentido porque como habíamos predicho los osos cantábricos no son basureros pero pueden llegar a serlo”.
Aún así la Fundación desconoce el por qué los plantígrados cantábricos no acuden a la basura. En algunos casos, por ejemplo de Estados Unidos, el hábito se adquiere “por transmisión cultural”, es decir, de las madres a los hijos. “Cuando una osa con crías accede a los contenedores se ha observado que los oseznos son mucho más propensos a ir a la basura. Es un descubrimiento cultural que de alguna manera unos cuentan a los otros”.
Lo que sí tiene claro la FOP es que, en cuanto se detecte un caso “lo más importante es actuar rápidamente” porque “si dejamos que se habitúe a la gente, a andar por las calles, posteriormente va a ser muy difícil disuadir a esos osos”.
Los alcaldes
A la presentación del estudio acudió tanto el alcalde de Villablino, Mario Rivas, como el de Somiedo, Belarmino Fernández. El regidor lacianiego alabó el trabajo de la Fundación “que ha trabajado muy seriamente en, además de recuperar la población osera, que ésta pueda tener una convivencia con los municipios donde hay mayor presencia de osos”. El primer edil explicó también que el estudio de la FOP “es necesario ya que se han identificado los posibles problemas y las soluciones” porque tal y como ha recordado Rivas “hemos pasado de no tener ningún caso referenciado de osos que acudieran a la basura a tener uno, que tampoco es reseñable, pero es importante que lo tengamos previsto”.
El alcalde de Somiedo, por su parte, considera que ” la gestión de la basura es fundamental porque lo que tenemos que evitar es que los osos se humanicen”. Y es que el primer edil asegura que el mayor peligro es “que no vean la actividad humana como enemigo sino como proveedor”.