Música de acordeón de la mano de la joven lacianiega Leticia Correia para abrir pasillo, en el auditorio de la Casa de Cultura, a los homenajeados a los que este año el Ayuntamiento de Villablino, con el apoyo de los sindicatos comarcales, ha querido rendir tributo en el día de Santa Bárbara. Una veintena de valientes nacidos en 1948 y 1949. Alguno de ellos de los años 1946 y 1947.
Una veintena de historias. Las de Antonio Mouta, Paulino Salvador Berdasco, Ricardo Martín, José Antonio Menéndez, José Álvarez, Antonio Chacón, José Monteserín, Joaquín Álvarez, Ramón García, José Antonio Chacón, Higinio Prieto, Rutilio Pardo, Salvador Tello, José Carballido, Santiago Barbazán, Armando Fernández, Julián Álvarez, Pedro Fernández, Luis Collar, Julio Valín, Lisardo Álvarez, José Manuel García, Antonio López, Manuel López, Teófilo Sabugo, Salustiano Riera, José Antonio Fortes, Ángel Rodríguez, Julio Da Costa y José Joaquín Ruíz.
El acto, con las ediles Natalia García y Pilar Carrasco a la cabeza, repasó brevemente la vida de los homenajeados en el sector minero, y logró reunir, en el auditorio, a un nutrido grupo de familiares y amigos. Fueron las alumnas de la Escuela Municipal de Música de Laciana, quienes amenizaron la tarde con varias piezas musicales interpretadas al violín.
La jornada festiva dio comienzo ya por la mañana con la habitual misa en honor a Santa Bárbara en la iglesia parroquial de Villablino. Tras la celebración litúrgica, se llevó a cabo la habitual ofrenda de la corona de laurel al monumento del Minero y el posterior espectáculo pirotécnico.
Y así, un año más, el día de Santa Bárbara, reivindicó las raíces mineras del valle. Su pasado. Su historia. Pero con la mirada puesta hacia adelante. “La nostalgia no nos puede llevar al desánimo”, confesó el alcalde, Mario Rivas. “Es un día de fiesta y hay que celebrarlo como tal, porque tenemos que sentirnos orgullosos de dónde venimos”, defendió el primer edil, al tiempo que destacaba la “valentía” de la familia minera que va a ser capaz de “alcanzar los objetivos que tenemos por delante, que no son fáciles, pero estamos preparados para ello”.
A su lado, Alider Presa, que conmemoró con Laciana el día de su patrona. El vicepresidente de la Diputación de León para el Bierzo, sostuvo que “mientras quede un solo minero, siempre se va a celebrar Santa Bárbara”. Presa aludió a que pese a que la institución provincial “no es la administración que tenga más capacidades o competencias” a la hora de realizar inversiones para las cuencas mineras, la Diputación “intentará acompañar y velar porque los municipios y las Juntas Vecinales puedan hacer pequeñas cosas y no pierdan servicios”. En este sentido, se refirió a la inversión que se destinará para la recuperación de patrimonio industrial minero “en sus distintas versiones, en extracción, transporte o quema”.
Lo que está claro es que la comarca es tierra de sangre minera. Porque su historia, su pasado, se escribe con carbón y eso es algo que nunca nadie podrá arrebatar al valle de Laciana.