Las redes y whatsapps de Laciana y el Bierzo han tenido un peculiar visitante en las últimas horas. Y es que la temporada de cerezas no es solo es un momento de máxima dulzura para los paladares humanos. Bien es sabido que, de entre nuestros montaraces vecinos, los más apasionados de los exquisitos sabores son los osos. No se privan de los mejores productos: salmón, que sacan de los ríos a manotazos; o miel, lo que ha hecho que existan mecanismos de protección desde tiempos arcaicos para impedir su acceso a los colmenares.
El oso y el hombre son dos especies que comparten, sin duda, el buen gusto. Prueba de ello es este vídeo, compartido en redes por el presidente del Consejo Comarcal del Bierzo, Olegario Ramón, donde se aprecia cómo un ejemplar adulto de oso cantábrico (Ursus arctos pyrenaicus) se pone las botas con los ricos rojizos frutos de un cerezo.
Las imágenes están captadas en la zona de Somiedo (en la ladera norte del puerto homónimo que separa Asturias del municipio babiano de Cabrillanes) pero es imposible saber si el guindo al que anda subido el úrsido es alguno de los cientos de cerezos plantados por la Fundación Oso Pardo dentro de su programa de restauración de hábitats, que busca aumentar el número de frutales en las zonas que habita el oso, para facilitar así su alimentación y consecuentemente su reproducción.