“Si yo pudiera elegir mil veces a un padre, lo elegiría a él sin pensarlo”. Así ha finalizado el responsable de CCOO en Laciana, Víctor Lastra, el discurso que este sábado brindó en honor a su padre Manuel Lastra, el histórico sindicalista minero de CCOO fallecido en el año 2019. El más veterano de los ocho que protagonizaron el encierro en el Pozo María de 1992.
El pequeño, pero emotivo homenaje, enmarcado en los actos de clausura del 60 aniversario de las huelgas mineras de las comarcas del Bierzo y Laciana -organizados por CCOO-, tuvo lugar a las puertas del edificio polivalente de Caboalles de Arriba, colindante con el Centro del Urogallo. Porque cuando el edificio sea inaugurado, que aún no lo ha sido, una de sus salas llevará el nombre de Manuel Lastra.
A los pies del edificio de usos múltiples, su hijo habló de Lastra desde la faceta de padre. “Era un poco repunante pero era muy buen padre, con sus errores pero mucho más con sus virtudes”. Pero si algo resaltó de Manuel el responsable de CCOO en Laciana, fue su carácter empático. “Siempre era capaz de hacerme ver que las personas tienen motivos para hacer lo que hacen. No era muy cariñoso pero siempre estaba ahí, siempre ayudaba y siempre tenía buenas palabras”, afirmó con voz temblorosa.
También tuvo palabras para Lastra, el secretario regional de CCOO, Vicente Andrés. “Desde el sindicato estamos haciendo memoria histórica a la gente que luchó y combatió en momentos difíciles”. De Lastra, recuerda, que fue la primera persona a la que conoció cuando llegó a Laciana. “Me quedó grabada aquella conciencia de clase, aquella forma de hablar en el sindicato…” por lo que poner su nombre a una de las salas del edificio “tiene mucho valor”, es cuestión de “justicia social y justicia sindical”.
Por su parte, el secretario general de CCOO, Unai Sordo, destacó la relevancia de que el sindicato “ponga rostros a un gran proyecto colectivo como son las Comisiones Obreras”. Y aunque admitió no haber conocido personalmente al homenajeado, se mostró convencido de que “representaba el arquetipo de lo que ha sido un militante comprometido con la organización, con su clase y con su país“. Asimismo, afirmó que, con toda seguridad, tenía otra característica, la de “sacrificar su vida personal en aras de una causa. La cara B es que las familias notan que esa militancia lastra el tiempo que les podemos dedicar”, concluyó diciendo Sordo.
Por último, Mario Rivas, alcalde del Ayuntamiento de Villablino, institución que facilitó el homenaje, se refirió a Lastra como “un buen sindicalista y un sindicalista bueno, porque al final la base del sindicalismo, como casi todo en la vida, es ser buena persona”. Su bondad, defendió el primer edil, “se vio reflejada en la acción sindical que llevó a cabo”. Para finalizar su intervención, el regidor destacó las palabras de su hijo. “Me quedo con las palabras de Víctor. La empatía es fundamental sobre todo cuando se tienen responsabilidades políticas y sindicales“. Y en este sentido, añadió Rivas, “hay un reflejo claro, que es el de Manuel Lastra”.
Merecidísimo homenaje a un buen sindicalista y mejor persona, lástima que no lo pudiera disfrutar él, pero sí su familia por lo que estaría encantado.