Un joven oso pardo fue avistado después del amanecer mientras subía por el camino que conduce hacia La Miranda. La presencia del animal fue grabada por un vecino, quien actuó de manera ejemplar al emitir sonidos suaves para avisarle de que no estaba solo, lo que permitió al animal percatarse de la cercanía humana y marcharse de inmediato, visiblemente asustado.
El avistamiento ha sido celebrado en redes sociales por la naturalidad del encuentro, sin que se produjera ningún tipo de incidente. Este tipo de sucesos, cada vez más frecuentes en la comarca de Laciana, no deben alarmar a la población. Tal como señalan desde la Fundación Oso Pardo (FOP), los osos cantábricos no son agresivos por naturaleza. Más bien al contrario: su reacción habitual ante la presencia de humanos es la huida, como ocurrió en este caso.
Desde la FOP y otras entidades conservacionistas se insiste en la importancia de mantener la calma y actuar con normalidad si se produce un encuentro con un oso. Algunas recomendaciones básicas incluyen no acercarse al animal, no hacer movimientos bruscos ni emitir gritos repentinos, y en la medida de lo posible, hacerse notar para que el oso pueda tomar distancia sin sobresaltos. Es fundamental también no dejar basura ni restos de comida en el entorno rural, ya que estos pueden atraer a la fauna salvaje hacia las zonas habitadas.
La población de oso pardo en la cordillera Cantábrica ha crecido notablemente en los últimos años, fruto de décadas de esfuerzos de conservación. Actualmente se estima que existen entre 320 y 370 ejemplares, según los datos más recientes publicados por la Fundación Oso Pardo y refrendados por organismos oficiales. Esta recuperación se considera un éxito ecológico sin precedentes, aunque también plantea nuevos retos en materia de convivencia.
El suceso de hoy en Villar de Santiago se suma a otros similares ocurridos en la comarca, lo que demuestra que el oso sigue expandiendo su territorio natural. Lejos de generar alarma, encuentros como el de esta mañana deben entenderse como una señal de buena salud del ecosistema. La clave está en la información, el respeto mutuo y la normalización de una convivencia que ya forma parte del día a día en muchas localidades del Alto Sil.
El vídeo fue distribuido en Facebook por Victor Manuel Sabugo García a través de la página Amigos de Laciana.