La consejera de Sanidad, Verónica Casado, indicó que el crecimiento de los contagios de COVID-19 podría empezar a frenarse en Castilla y León por la aplicación de diferentes medidas, aunque admitió que todavía es “muy pronto” confirmar que sea así. Esto, dijo, se observa con la evolución del número reproductivo básico instantáneo, que se sitúa ahora en el 1,07, con un aumento del 3,94 por ciento.
Casado, que compareció a petición propia en las Cortes para informar de la situación sanitaria y epidemiológica de la pandemia, admitió que en la segunda quincena agosto comenzó un aumento de casos, que ha desembocado en una segunda ola, diferente a la primera, y fruto de la pérdida de “miedo” al virus, tras la “no fiestas” o el “karaoke” de una población.
De hecho, Verónica Casado afirmó que a diferencia de la primera ola, en esta segunda, las zonas rurales también agrupan un elevado número de casos. De hecho, señaló que en los últimos 14 días, la mitad de los casos corresponden a zonas rurales de la Comunidad. Por ello, abogó por la información “fidedigna”, la coordinación y la colaboración, y pidió luchar contra la “infodemia”.
La titular de Sanidad indicó que las plantas están al 68 por ciento de ocupación y las unidades de críticos ampliadas al 67 por ciento. Recordó que son cifras simares a la del 22 de marzo, cuando en esas fechas, recordó, estaban cerradas todas las consultas y los quirófanos. Ahora, dijo, el trabajo de los profesionales, la organización, la reflexión, la gestión y todo lo aprendido hace que se mantenga un porcentaje muy importante de la actividad.
En cuanto a las actuaciones e instalaciones sanitarias de refuerzo y alivio incluye la la línea 900, el ‘call center’ y los buzones; la Covid AP, el apoyo en el rastreo, las arcas de Noé, los recursos intermedios, la hospitalización a domicilio, las residencias medicalizadas, con los equipos Covid residencias; el Covid Car, la centralización de la atención de la patología respiratoria, y la detección de coronavirus en aguas fecales.
Respecto de la reordenación del sistema, citó los coordinadores clínicos, especialistas, en Medicina Interna, neumología, urgencias, microbiología y en intensivos. En este momento, recalcó que desaparecen las área de salud para trabajar “codo con codo” y tomar decisiones cada día.
Además, se refirió al COVID hospitales, que son internistas, neumólogos, y perfiles clínicos de apoyo para aquellos profesionales que trabajan en las plantas de coronavirus. Las COVID urgencias son grupos de apoyo en los accesos a urgencias formados por traumatólogos, cirujanos, ginecólogos o pediatras.
También destacó el impulso las consultas de diagnóstico rápido y lata resolución para patologías como el cáncer, el ictus o el trauma grave. Además, destacó la creación de equipos no COVID para otros procesos: salud mental, cambios en los síntomas de enfermedades crónicas, lesión musculo esquelética, intervenciones planificadas de prioridad alta o las terapias físicas. A esto, añadió, el mantenimiento de circuitos separados y la apuesta por la seguridad y el acceso a la información científica y sanitaria.
Finalmente, la consejera de Sanidad destacó la colaboración con el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y destacó que su impresión es que mantiene una relación fluida con el resto de comunidades.