Varios trabajadores de la empresa Tecnología y Carbón (TyC Narcea), entre ellos varios vecinos de la comarca leonesa de Laciana, exigen en la puerta de la Consejería una respuesta inmediata. La protesta, respaldada por los sindicatos, responde a la incertidumbre que viven las cerca de 80 familias afectadas por la paralización técnica de la mina, vigente desde hace más de un mes.
Según los trabajadores, la decisión del Gobierno asturiano de suspender cautelarmente la actividad se adoptó a raíz del trágico accidente ocurrido en marzo en otra mina, la de Cerredo, gestionada por la conocida empresa Blue Solving. En ese siniestro fallecieron cinco mineros y otros cuatro resultaron heridos graves. Sin embargo, la plantilla de TyC Narcea insiste en que la explotación de Vega de Rengos cumple con todos los requisitos legales y que no debería verse afectada por una situación ajena.
“Nos paralizaron la actividad minera por temas de papeleo y el Principado no quiere reunirse con la empresa. Estamos bajo servicios mínimos y lo que queremos es volver a trabajar”, declaró Rubén Menéndez, picador lacianiego de la plantilla. “Porque una mina haya hecho las cosas mal, no quiere decir que las otras también”, añadió.
En la misma línea se expresó Jacob Anes, electromecánico, quien denunció que “llevamos casi un mes y medio sin trabajar” y que incluso “hoy mismo entró un representante de la empresa a hablar con Industria y no le dieron solución alguna”.
Maikel Carro, también trabajador de la mina con categoría de vigilante y vecino de Laciana, calificó la situación como “injustificable”. “Nos estamos movilizando porque la paralización no tiene ni pies ni cabeza. Se está dilatando demasiado ya y no nos dicen nada”, lamentó.
Desde el sindicato CCOO, Javier Vázquez, responsable de Salud Laboral y Medio Ambiente, explicó que “por lo que conocemos y visitando las instalaciones, en materia de seguridad cumplen con la normativa vigente”. Vázquez defendió que no hay razones técnicas que justifiquen la inactividad prolongada de la mina y pidió al Principado que atienda las peticiones de diálogo por parte de la empresa.
La explotación de Vega de Rengos cuenta actualmente con un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) aprobado para la mayor parte de su plantilla. Solo una veintena de operarios permanecen en activo bajo servicios mínimos de mantenimiento, mientras el resto espera una resolución que no llega. Desde la compañía se insiste en que la documentación presentada para renovar el Proyecto de Investigación Complementario (PIC) está en regla y que las actividades cumplen con la normativa vigente en materia de seguridad y medio ambiente.
Los trabajadores denuncian que la inacción institucional está generando un grave perjuicio económico y social en una zona ya muy castigada por la despoblación y la pérdida de empleo industrial. Además, temen que esta paralización sea el preludio de un cierre encubierto, algo que rechazan frontalmente.
“No estamos aquí solo por nuestros empleos, sino por el futuro de nuestras comarcas”, expresó uno de los trabajadores al finalizar la protesta. “El suroccidente asturiano y noroccidete leonés han dado mucho al desarrollo de este país, y ahora lo único que pedimos es poder seguir trabajando con dignidad”.