Laciana y Andorra comparten buenas prácticas sobre conservación y ganadería

Durante la visita, los asistentes conocieron de primera mano las estrategias que se están aplicando en el municipio para lograr un equilibrio entre el aprovechamiento ganadero y la conservación del medio natural
Mario Rivas junto con el ministro del Principado de Andorra y otros representantes institucionales.

El Ayuntamiento de Villablino ha sido hoy escenario de un importante encuentro institucional con representantes del Gobierno de Andorra, centrado en el intercambio de experiencias y buenas prácticas vinculadas a la gestión ganadera y la convivencia con la fauna silvestre, especialmente con el oso pardo.

En Villablino, la actividad ganadera se realiza combinando técnicas tradicionales con enfoques de sostenibilidad ambiental, algo que comparte con el Principado de Andorra, país de orografía montañosa y retos similares en términos de gestión del territorio y biodiversidad.

Entre las autoridades presentes se encontraba Guillem Casal, ministro de Medio Ambiente, Agricultura y Ganadería de Andorra, acompañado por Josep María Sánchez y Jordi Sola, de la Unidad de Fauna; Ferran Teixidó, director del Cos de Banders, cuerpo encargado de la guardería ambiental; Silvia Ferrer, directora de Medio Ambiente, y Héctor del Val, técnico del mismo área.

El encuentro también contó con la participación de Guillermo Palomero, presidente de la Fundación Oso Pardo, entidad con una dilatada trayectoria en la protección de esta especie emblemática del noroeste ibérico. La presencia de la fundación reafirma el compromiso de Laciana con la conservación del oso, que ha encontrado en este territorio un espacio de convivencia gracias a las medidas adoptadas por ganaderos, administraciones y entidades conservacionistas.

La delegación fue recibida por representantes municipales y posó frente al edificio consistorial y el letrero escultórico de “Laciana”, en un gesto que simboliza la voluntad de colaboración internacional en materia de sostenibilidad rural y conservación de especies protegidas.

Este tipo de encuentros abren la puerta a futuras colaboraciones con otros territorios europeos que afrontan retos comunes. Además, suponen un espaldarazo para las políticas locales que apuestan por un desarrollo equilibrado, en el que la tradición ganadera no esté reñida con la protección del entorno.