Laciana recupera sus brañas con el saber de sus mayores

El experto biólogo Javier Castroviejo hace partícipes del plan a los jubilados del valle, "porque en Laciana hay mucho talento"
Braña Ronda. / Asociación Amigos de Doñana

‘Recuperación de las brañas de alta montaña en la Reserva de la Biosfera de Laciana’. Es el nombre del proyecto piloto a dos años que lidera el experto biólogo gallego de renombre nacional, Javier Castroviejo. Lo hace con el apoyo económico de la Fundación Santander, que aporta 45.000 euros por año, y con la colaboración de la Asociación Amigos de Doñana.

Gran conocedor de la zona, cautivado confeso de la comarca y de sus gentes por su riqueza y diversidad biológica, con su plan quiere poner el acento en la problemática de la pérdida de las brañas con su fauna amenazada, biodiversidad y diversidad cultural. Y lo plantea en Laciana porque, según su propia descripción «el valle posee una biodiversidad que no tiene parangón en toda la Cordillera Cantábrica con muchos frutales silvestres, robles, abedulares espléndidos… es algo especial».

Como un prisma con varias caras, el proyecto se compone de varias vertientes: conservación de ecosistemas, cultura, economía, investigación y estudio y participación. Y cada lado del prisma enlaza con numerosas actuaciones. Todas ellas encaminadas a desarrollar un modelo demostrativo de restauración de brañas aplicable a las Reservas de la Biosfera vecinas.

El plan, que centrará su intervención en Orallo -paraje Fuexio-, Rioscuro -braña de Las Murias y braña de Viforcos-, Villaseca -paraje Los Campones- y las brañas de Rabanal de Arriba, busca, primeramente, aprovechar las condiciones que se dan en estas áreas para restaurar su productividad a medio plazo a través de colocación de colmenas, siembra de centeno y plantación de frutales. 

La siembra de centeno, que ya ha comenzado en el paraje ‘Los Campones’ -dice el experto biólogo- «tiene una importancia cultural enorme porque proporciona la paja para los teitos». Amén de que «los cereales, el grano, los brotes… son buscados por la fauna. Todo indica que la desaparición de algunas especies se debe a que se dejó de sembrar centeno».

En cuanto a los árboles, Castroviejo matiza que «se plantarán básicamente nogales y cerezos». Ambos árboles, puntualiza, «producen una valiosa madera noble y fruta esencial para las especies animales». Por cierto, el próximo martes 25 de mayo, en el paraje conocido como ‘El Fuexio’ -en Orallo-, en el marco de este proyecto y con el apoyo de la Fundación Laciana Reserva de la Biosfera, se llevará a cabo una plantación de nogales.

La colocación de colmenas tampoco podía faltar en un plan así por su interés económico. Es, considera el biólogo, «una alternativa de desarrollo importante». Colmenas experimentales, que por cierto, son blindadas para los osos. «Muy recomendables para las brañas de alta montaña».

Otro de los pilares más destacados que tiene la iniciativa es contribuir a la conservación de algunas de las especies de fauna silvestre más amenazadas de Europa como el oso o el urogallo. Para ello el proyecto plantea el seguimiento y recogida de información, toma de datos para estudios, edición de informes técnicos, seminarios abiertos y redacción de material de sensibilización.

Incorporación de jubilados al plan

Pero si hay un punto en el que Castroviejo ha querido incidir es en la recuperación de la diversidad cultural mediante la incorporación de jubilados al plan a través de reuniones de asesoramiento. Son, considera Castroviejo, «auxiliares esenciales porque contribuyen aportando los conocimientos que permiten rescatar los usos tradicionales y culturales en riesgo de desaparición».

De hecho el experto biólogo está en contacto permanente con todo tipo de plataformas y asociaciones con el fin de hacer partícipe del plan a «botánicos, artesanos, escultores… porque en Laciana hay mucho talento y la participación de los lacianiegos tiene su peso específico dentro del proyecto». Y en este sentido Castroviejo reconoce que «aún queda mucho por hacer». Falta todavía la ronda de contacto con presidentes de juntas vecinales, cazadores, ganaderos… «Que participen con su conocimiento. Ellos son indispensables».

Agradecimientos

Toda la iniciativa es posible, subraya Castroviejo, gracias al apoyo brindado por muchas personas a quienes Castroviejo agradece su implicación: al alcalde de Villablino, Mario Rivas «por su apoyo», a las juntas vecinales y a la Fundación Laciana Reserva de la Biosfera «porque sin su apoyo el proyecto ni siquiera se habría iniciado», y a los ganaderos, cazadores y plataforma ecologista ‘Filón Verde’, «que han aportado una información preciosa».

La importancia de las brañas

Son, para Javier, «un espectáculo como monumento natural y cultural. Es como un desfile de modelos. Desde el gato montés, el corzo, el oso, los abejorros…» Porque, para Castroviejo, «hay muchas razones por las que ocuparse de las brañas.

El biólogo sostiene que los ecosistemas de Laciana, especialmente sus bosques y brañas, encierran un especial valor dentro de la Cordillera Cantábrica y Europa, ya que que prestan evidentes servicios ecológicos -ríos, captura CO2, biodiversidad, cultura…- a sus habitantes y a los del resto de Europa, «pero su importancia no se ha sabido valorar. Este conjunto único, seriamente amenazado, requiere de atención urgente».

Destacan -sigue diciendo- «por su importancia en la cadena alimentaria puesto que en primavera y verano forman un tapiz florido de enorme belleza que atrae a densas poblaciones de insectos, presas de otras muchas especies. Hacen posible la vida de los grandes herbívoros, silvestres y domésticos». Y tienen, termina diciendo, «una indiscutible importancia económica y cultural pues posibilitan la ganadería de montaña, la trashumancia y la vida pastoril».

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