Esta cita se ha convertido en un evento ineludible para los entusiastas del todoterreno. No solo para los residentes en el valle, sino para todas aquellas personas de municipios limítrofes y vecinos asturianos.
Como estos últimos años, el recorrido se ha cargado de una enorme adrenalina generada por el propio motor del todoterreno, pero también por los paisajes de la Reserva de la Biosfera de Laciana. La ruta organizada por el Club Tsaciana 4×4, incluyó diversos tramos por caminos de montaña y culminó en un emocionante circuito de trial en la zona del Carbachón.
Durante el trayecto los participantes pusieron a prueba sus habilidades de conducción y la resistencia de sus vehículos en terrenos variados y desafiantes. La actividad, además de fomentar la afición por el 4×4, promueve el turismo en la comarca lacianiega, atrayendo a visitantes interesados en la naturaleza y el deporte. Según palabras de Ruben Menéndez, “de alguna manera contribuye favorablemente a impulsar la economía del lugar” enfatizaba que es “un impulso muy grande”. Puntualizaba además que no solo es un trabajo de organización realizado durante estos tres días, sino que “también cuidamos el monte, los caminos y pistas” que daban uso agrario y cinegético, poniéndolo en valor.
Este año ha habido casi un total de 150 participantes, lo que implica “una media de 300€ por persona” argumentaba Ruben Menéndez. De esta manera, revierte en todos aquellos establecimientos y comercios donde se coma, cene o incluso duerma. Contribuyendo a la economía local de manera exponencial. Sin ir más lejos, en la jornada de esta mañana en el Carbachón, se aglutinó a cerca de 200 personas en torno a un emocionante circuito de trial.
Enrique Prieto, presidente del Club Tsaciana 4×4, aseveraba que se trata de una oportunidad única para descubrir los parajes que se esconden en Laciana, “conocer este valle y sus excelentes vistas”, a través de un evento cuya organización aseguran que no es fácil por las trabas burocráticas que se exigen. En este sentido, agradecía Prieto al Ayuntamiento de Villablino por ayudar en la parte administrativa y sobre todo “a los colaboradores que hacen posible la puesta en marcha de este evento”.
La jornada final en el Carbachón fue el broche perfecto, permitiendo a los conductores enfrentarse a obstáculos y maniobras técnicas en el circuito diseñado por la propia organización, donde se efectuaron pruebas de habilidad y precisión, animando aún más si cabe a la emoción de los asistentes.