Homenaje póstumo a Lucio Criado, por su contribución a la cultura lacianiega

El grupo de bailes 'San Miguel' ha rendido este sábado un sencillo homenaje póstumo a Lucio Criado. La Fundación Sierra Pambley inauguró, en el aulario de la Casona, una placa conmemorativa en su honor

Lucio Criado amaba esta tierra. Comprometido con el arte y la cultura lacianiega, dejó un importante legado. Presidió, durante los años ochenta, la revista cultural ‘El calecho’. Fundó la sociedad ‘San Miguel’ de bailes y costumbres de Laciana en 1982. Aproximadamente tres años antes comenzaba su andadura el grupo de bailes ‘San Miguel’. Publicó una obra literaria sobre la Feriona y coordinó, en 2007, la publicación del libro de la Carta Puebla de Laciana -en colaboración con el Ayuntamiento y la Fundación Laciana Reserva de la Biosfera-.

Participaba plenamente en la vida cultural de la comarca. Muestra de ello fue la muestra fotográfica de sesenta fotos que expuso en Sierra Pambley en el año 2006 o su implicación en el programa de las Otoñadas Culturales de Villablino. Fue, además, patrono de la Fundación Sierra Pambley.

Pero, quizás, la herencia más importante que dejó sea el disco que en 1987 editó, junto con su esposa Carmen Marentes, bajo el nombre de ‘A Xeito, música, canciones y bailes de la montaña astur-leonesa’, una obra, galardonada con el premio del Ministerio de Cultura a las Artes Escénicas y a la Música y con la madreña de oro de la Casa de Asturias en Madrid.

Para lograr recopilar todo ese acervo cultural, Marentes y Criado recorrieron pueblos y aldeas del valle de Laciana y de todas las zonas cercanas: Alto Sil, Palacios, Cangas del Narcea, Somiedo, Cerredo, Babia, Luna, Leitariegos u Omaña.

Por todo ello, el grupo de bailes ‘San Miguel’ ha rendido este sábado, en la Casona de Sierra Pambley, un sencillo pero muy emotivo homenaje póstumo a Lucio Criado, fallecido en 2020. David Álvarez, miembro del grupo, lo definió como «leal, honesto y riguroso. Junto a Carmen formaron el tandem perfecto y rescataron la cultura tradicional de nuestras comarcas, para que nos sintiéramos orgullosos de nuestras raíces». Porque Lucio «ponía pasión en todo lo que hacía».

Tras la proyección de un vídeo, en el que el pintor lacianiego-babiano Manolo Sierra y el afamado escritor Luis Mateo Díez dedicaron palabras de cariño al homenajeado, la Fundación Sierra Pambley inauguró, en el aulario de las instalaciones de Villablino, una placa conmemorativa en honor a Lucio Criado. Fue su viuda, Carmen Marentes, la encargada de descubrirla. Se mostró muy emocionada y agradecida, al igual que sus hijos Ana Criado y Manuel Criado.

El patrono lacianiego de la Fundación, Pedro González, confesó que la placa conmemorativa supone «un agradecimiento eterno a Lucio, amante de Laciana y persona tan vinculada a esta tierra, que contribuyó a su realce cultural con su trabajo y dedicación». De esta forma, la Fundación Sierra Pambley quiere perpetuar el recuerdo de uno de sus amigos más ilustres.

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