El Consejo de Ministros aprobó este martes un real decreto ley que contiene el plan de choque para reducir el precio de la electricidad que, según la vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, permitirá una rebaja de la factura de la luz del 22 por ciento hasta final de año.
Gracias a estas medidas, que fueron presentadas por Ribera al término de la reunión del Ejecutivo, el recibo de la luz de un hogar medio debería alcanzar una media algo superior a los 600 euros al cierre de 2021, cifra similar a la registrada en 2018.
La vicepresidenta añadió que si se tienen en cuenta las rebajas fiscales aprobadas por el Ejecutivo en el mes de junio, la rebaja en el recibo hasta final de año alcanza el 30 por ciento. Según Ribera, “lo hacemos pensado en el beneficio de todos, de los consumidores y las pymes, y también pensando en dar respuestas a las necesidades de las grandes industrias y las pequeñas comercializadoras”.
Además, indicó que las medidas afectan a los tres componentes de la factura, ya que aborda la formación de los precios con subastas alternativas; los cargos, que se reducen un 96 por ciento, y se suavizan los impuestos.
El paquete de medidas incluye la limitación a los beneficios obtenidos por las eléctricas, básicamente las nucleares y las hidroeléctricas, gracias a los altos precios del gas, una actuación que, según fuentes ministeriales, les supondrá un coste de 2.600 millones de euros hasta marzo de 2022, cuando se prevé que deje de estar en vigor.
Además de esta devolución de los beneficios obtenidos gracias al alto coste del gas, el paquete de medidas contempla una rebaja del Impuesto de la Electricidad del 5,1 al 0,5 por ciento, prolonga la suspensión del impuesto a la generación hasta fin de año y se destinan otros 900 millones adicionales de las subastas de CO2 a rebajar los cargos del sistema, alcanzando un total de 2.000 millones este año.
Factura del gas
Por otro lado, se limita la subida de la tarifa regulada del gas natural (TUR) para las familias y las pymes en los dos próximos trimestres. Este trimestre crecerá un 4,4 por ciento en vez de un 28 por ciento, incremento que se produciría de aplicarse la subida del coste de la materia prima en los mercados internacionales.
También se incrementa la protección de los consumidores vulnerables, las familias y las pymes, estableciendo un suministro mínimo vital que prohíbe el corte del servicio por impago a los beneficiarios del Bono Social Eléctrico durante seis meses adicionales a los cuatro ya existentes.
Además, se crea un nuevo mecanismo para fomentar la contratación de electricidad a plazo, que beneficiará especialmente al tejido industrial. Se trata de subastas, la primera tendrá lugar este año, en la que Iberdrola, Endesa, Naturgy y EDP deberán subastar 15.830 megavatios hora (MWh) para que sean adquiridos por pequeñas comercializadoras y grandes industrias.
La norma prevé también la reforma de la tarifa regulada –el precio voluntario al pequeño consumidor (PVPC)– para que incorpore la referencia de precio de la subasta con una ponderación máxima del diez por ciento. Las comercializadoras libres que adquieran energía por esta vía deberán indicarlo en las facturas de sus clientes.
Paralelamente, se modifica la Ley de Aguas para ordenar el uso del agua como bien ambiental y social de primer orden. Así, nuevos límites mensuales al ritmo de desembalsado y volúmenes mínimos de reserva protegerán el medio ambiente y permitirán el desarrollo de actividades económicas sostenibles ligadas a la dinamización de los municipios ribereños. Estas medidas de choque se añaden a las ya aprobadas el pasado mes de junio para amortiguar el impacto de la cotización del gas en la electricidad y en el conjunto de la economía.
En aquel momento, el Ejecutivo rebajó el IVA sobre la electricidad del 21 al 10 por ciento hasta final de año, para suministros hasta diez kilovatios (kW), y decidió suspender el Impuesto del siete por ciento a la generación durante el tercer trimestre.
Con todo este conjunto de medidas, según fuentes de Transición Ecológica, la parte regulada de la factura, la que forman los cargos y los impuestos, se reducirá un 50 por ciento para un hogar medio, un 60 por ciento para una pyme y entre un 25 y un 40 por ciento para las grandes industrias.