Catedrático de la Universidad de Oviedo. Decano de la Facultad de Formación del Profesorado y Educación. El lacianiego Celestino Rodríguez, natural de Caboalles de Abajo, ha sido el encargado de pronunciar el pregón que dio el pistoletazo de salida este lunes a las fiestas de San Roque.
Al filo de la medianoche, en la plaza Luis Mateo Díez, el joven inició su discurso parafraseando la entrega de la Carta Puebla, por parte del rey Alfonso X ‘El Sabio’ a los hombres y mujeres de Laciana, aquel 24 de marzo de 1270.
Tras las palabras de agradecimiento al equipo de gobierno del Ayuntamiento, a su familia, a sus amigos y vecinos lacianiegos y a la Universidad de Oviedo por haberle otorgado, desde su entrada en la institución cuando tenía dieciocho años, “los cimientos para desarrollarme como profesional y académico”, el pregonero, de cuarenta y tres años, hijo, nieto y hermano de mineros, resaltó la importancia que para él tuvieron sus maestros y profesores, recordando especialmente a Gelines, Filomena, Tere, Eugenia, Conchita, Alfredo, Agustín, Rivera, Juan, Ana…
Al hilo de esto, Rodríguez recordó que Laciana ha sido la comarca “donde la educación y la escuela de este país tuvo un referente y supuso un cambio significativo, hace ciento treinta y siete años, cuando Paco Sierra, Giner de los Ríos, Gumersindo de Azcárate y Bartolomé Cossío crean la Fundación Sierra Pambley y la Institución Libre de Enseñanza en Villablino, lo que supuso un revulsivo para la educación y economía de la zona”.
Desde Asturias, continuó diciendo, confesó sentirse profundamente orgulloso de su tierra, “que tanto y a tantos nos ha dado y que no podemos abandonar. El esplendor que rezuman sus senderos, sus brañas, sus gentes… que deben florecer nuevamente”. De los recuerdos de su infancia recordó, con especial cariño, su barrio, ‘Las Malvinas’ y la Marcha Negra de 1992.
El pregonero también tuvo palabras para “la amabilidad y hospitalidad” de las gentes del valle de Laciana, “siendo ejemplo de interculturalidad e integración de razas y nacionalidades”, para los barrios de la capital lacianiega, para los negocios, familiares y tradicionales de Villablino y para distinguidos personajes como Luis Mateo Díez, Francisco Fernández Blanco de Sierra-Pambley, don Ovidio, Pochi, Manuel Sierra, etc.
Celestino Rodríguez, antes del desenlace de su discurso, tiró del escritor Mario Benedetti para dedicar a Laciana uno de sus poemas más hermosos, ‘No te rindas’. Por último, deseó a los lacianiegos y visitantes que afronten “estas fiestas con ilusión. Vamos a disfrutar con armonía y júbilo de éste nuestro patrón, San Roque”, concluyó diciendo.