Árboles con ojos y con ventanas, que parecen cobrar vida propia. Atrapasueños que cuelgan de sus ramas. Pequeñas setas a sus pies. El parque del minero de la capital lacianiega se ha convertido en un bosque encantado gracias al taller de land art -arte en la naturaleza- que se llevó a cabo en Villablino el pasado fin de semana, organizado dentro del programa de actividades juveniles del Ayuntamiento de Villablino, subvencionado por la Diputación e impartido por la Escuela de Animación Juvenil y Tiempo Libre -Creatica-, tal y como apunta la edil de Juventud, Natalia García.
Con materiales naturales: hojas, plumas, ramas, semillas… veinte niños con edades comprendidas entre los nueve y los once años recrearon este espacio en el que no falta el gran arco mágico que da la bienvenida al bosque. Si atraviesas la puerta, si dejas atrás tus miedos, “puedes acceder a un mundo encantado”. puntualiza Anay Marín, responsable de la iniciativa. Un espacio “en el que otras posibilidades están a nuestro alcance. Un lugar mejor”. Es el mensaje positivo que transmite este bosque encantado lleno de seres que, quizás, no llegues a ver nunca, pero sí a intuir.
