La torre de refrigeración de la central térmica de Anllares desaparecerá del paisaje del Alto Sil este jueves a las 13 horas, momento para el que está planeada su voladura.
El desmantelamiento de la central de Anllares, cuya actividad cesó en 2018, tuvo en junio del pasado año 2020 su primera gran fotografía, con la demolición de los silos, y en noviembre fue derruida la chimenea. Recientemente, en mayo de 2021, se voló la caldera.
La central de Anllares, situada en el municipio de Páramo del Sil, fue, junto a la de Compostilla II, uno de los motores económicos del Bierzo y Laciana, las dos comarcas mineras que alimentaron durante sus décadas de funcionamiento a ambas térmicas. La economía de la zona, hoy en día a un proceso de descarbonificación, estuvo determinada por la actividad minera del carbón y la producción, en dichas centrales, de energía eléctrica mediante la combustión de este mineral.
Las tres voladuras anteriores en la central de Anllares despertaron la curiosidad de algunos ciudadanos, a los que les fue permitido acercarse hasta una cierta distancia para contemplar o grabar en vídeo la estruendosa desmantelación. Este jueves, 3 de junio, volverá a perimetrarse una zona de exclusión en la que no estará permitido permanecer durante la voladura, que se llevará a cabo con 546 detonadores y 100 kilogramos de dinamita, que reducirán a escombros la torre, de 105,5 metros de altura y 33,53 de diámetro en su base.