Un ramo en forma de triángulo y con tres pisos, adornado, con uvas, rosquillas, cintas de colores y flores encabezaba el cortejo. Eran las 18:00 horas cuando las puertas de la iglesia Santa Bárbara de la capital lacianiega se abrían para dar paso a la ofrenda y a los cánticos del grupo folclórico ‘Tsaciana’. Es la habitual fiesta de invierno de Villablino en honor a San Esteban en la que se entrega un ramo de Navidad al santo.
Se trata de una tradición muy arraigada en la provincia de León y que en Villablino se celebraba cada 26 de Diciembre. En la actualidad y desde el año 2007, el Ayuntamiento de Villablino está recuperando esta fiesta que forma parte del acervo cultural del municipio.
Antiguamente, y según narran los más mayores de la comarca, esta celebración era una fiesta de mesa muy familiar; como una continuación de la Nochebuena y del día de Navidad. Incluso en sus inicios, el propio ramo era diferente ya que se construía con la rama de un árbol en forma de triángulo rematado con una puntilla y con el anagrama M.A, las iniciales de María. Del ramo pendían unas manzanas en alusión a la manzana del paraíso que después fueron sustituidas por dulces.
En definitiva y por aquello de no perder las tradiciones, Villablino disfrutó de su fiesta de San Esteban. Una celebración que finalizó con un buen chocolate con frisuelos que aplacó las bajas temperaturas de la capital lacianiega.