Villablino rubrica el convenio entre Diputación y la asociación para la recuperación de la mantequera leonesa

La Diputación aporta 270.000 euros y 30.000 correrán a cargo del colectivo. El plan incidirá en territorios como Laciana, Babia, Luna o La Cabrera
Momento de la firma del convenio. / Patricia Castro

Este lunes, el emblemático edificio de Sierra Pambley de Villablino, ha acogido la firma del convenio de colaboración entre la Diputación de León y la asociación para la recuperación de la raza bovina mantequera leonesa, constituida para tal fin en el año 2014. La institución provincial destina 270.000 euros y otros 30.000 euros serán aportados por el propio colectivo para un plan, que recalará, en la comarca de Laciana y en otros territorios como La Cabrera, Luna, Babia… y que busca la recuperación de la raza autóctona.

Tres son los vértices fundamentales que definen el proyecto, tal y como ha defendido el presidente de la Diputación, Eduardo Morán, tras rubricar el convenio en un acto al también asistió, en el edificio de Sierra Pambley, institución que jugó un decisivo papel en la historia de esta raza, el diputado de Transición Ecológica, Alider Presa y el alcalde de Villablino, Mario Rivas.

Morán destacó así los beneficios sociales y medioambientales vinculados a la recuperación de la raza mantequera leonesa como son «la generación de actividad económica sostenible, la conservación del medio ambiente y prevención de incendios forestales y la fijación de población en el medio rural».

Para el medio ambiente, la vaca mantequera leonesa «ayuda a mantener los terrenos y aporta las condiciones adecuadas a las zonas de montaña donde hace pastos». Desde el punto de vista económico y de generación de empleo, «fija población» en zonas, como Laciana, «tan castigadas por el cierre de la minería». La vuelta a la ganadería, «podría ser una salida» para los afectados por el declive del carbón, sostuvo el presidente.

En plena cuna de la mantequera leonesa, tal y como definió Mario Rivas a la comarca de Laciana, donde esta raza autóctona posee una fuerte tradición ganadera, Morán también ahondó en que los objetivos del plan encajan con las prioridades de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura y la Unión Europea -FAO- en cuanto a «la necesidad de evolucionar hacia una agricultura y ganadería perdurable y una producción que no hipoteque el medio». En este sentido se ha referido a que la raza «puede cumplir» con todos los condicionantes marcados por la FAO respecto al «origen de los animales, con una trazabilidad que permita que el producto llegue al consumidor en las mejores condiciones sanitarias».

La asociación, pilar fundamental del proyecto

«La Diputación ha dado el do de pecho». Así comenzaba su discurso el presidente de la asociación para la recuperación de la mantequera leonesa, Benedicto González quien, tras la firma del convenio, avanzó las líneas de trabajo que se siguen en estos momentos a través de un colectivo que actualmente tiene marcadas, como válidas para recrear la raza, en torno a 250 y 300 cabezas de ganado.

Una de esas líneas de actuación es el estudio de producción cárnica «de los primeros terneros del rebaño inicial, para ver qué tenemos y hacia dónde queremos ir». Es la oportunidad, tal y como puntualizó González, «de reconstruir» el animal «a la par que vemos las necesidades». Objetivo que se consigue mediante la realización de pruebas que constaten «que el camino es el adecuado medioambientalmente, socialmente… Queremos comprobar que realmente estamos criando a los animales que los mercados van a necesitar».

El presidente del colectivo también avanzó que otro de los objetivos, a corto plazo, es lograr la inclusión de la mantequera leonesa en el Catálogo Oficial de Razas de Ganado de España. Además, tal y como apuntó, también se está elaborando un fondo documental «con los últimos testimonios de las personas que trabajaron con estas vacas, que han sido nuestros mayores. Son quienes tienen esa riqueza cultural».

El fin último, sentenció, es obtener un «sello de calidad de la carne, sin dejar de lado la leche, que permita al consumidor saber de dónde es el producto y dónde se ha hecho la transformación». Y ese ciclo, empieza y termina en la provincia.

Las razones para recuperar la mantequera leonesa son muchas. Una de ellas viene motivada por la melancolía. «Se lo debemos a las generaciones anteriores, a esas abuelas que acondicionaban las brañas, las que mantuvieron los pastos de alta montaña. Hay que valorar el trabajo de esas señoras». Y también mirar hacia el futuro porque «se lo debemos a nuestros hijos, si queremos hacer algo parecido en el medio», concluyó.

El alcalde de Villablino, Mario Rivas, también asistió a la firma del convenio. El regidor definió el plan como «singular, bonito y con futuro». Un proyecto «vital y de apoyo» para la ganadería en extensivo de toda la provincia, pero que en particular «puede ser un revulsivo para zonas como Laciana». Comarcas que buscan, en torno a la ganadería, «oportunidades de futuro a través del aprovechamiento del territorio». Para el regidor, la firma del convenio es un hecho que demuestra el apoyo de Diputación al sector, a la que ha agradecido su apuesta por el proyecto.

La provincia de León, tradición ganadera

La provincia de León posee una fuerte tradición ganadera y, aunque a día de hoy sigue teniendo un importante censo de ganado vacuno, “son muy pocas las de raza pura de aptitud cárnica inscritas en los libros genealógicos, la mayoría son vacas sin definición racial”, señaló Morán.

Esto se debe a que se han buscado razas que permiten producir más cantidad de carne magra y de menor coste por kilo. “Pero tiene sus inconvenientes, entre otras la pérdida de producción láctea de las madres, la menor calidad de la carne y la menor actividad económica en la zona de origen» pues el ciclo productivo «se inicia en la montaña de León, pero termina en un cebadero alejado de esa zona de origen”, ha lamentado Morán.

La alternativa, ha explicado, “es criar una raza autóctona como es la mantequera leonesa, con moderada muscularidad y con la capacidad material y la rusticidad suficientes para criar y cebar un ternero en el campo hasta los 8-9 meses como producto final que pueda certificarse bajo una marca de calidad con reconocimiento internacional, tipo Denominación de Origen Protegida (DOP) o Indicación Geográfica Protegida (IGP)”, remarcó.

La implicación de Diputación con el plan

Desde el primer momento la Diputación se ha implicado en este proyecto que cuenta con el respaldo y la colaboración del departamento de Producción Animal de la Universidad de León y de la UNED de Ponferrada. En el año 2020 la institución provincial subvencionaba -a través del área de Transición Ecológica que dirige el diputado Alider Presa- un proyecto cuantificado en 24.000 euros y encomendado a la Cátedra de Turismo Sostenible y Desarrollo Local de la UNED de Ponferrada para descifrar el árbol genealógico de esta especie.

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