Treinta años de la Marcha Negra de Laciana, la comarca que supo luchar

Los sindicatos comarcales organizaron un sencillo acto en conmemoración al aniversario de la acción de protesta

Treinta años han pasado desde aquel 1992. En la memoria colectiva de la sociedad lacianiega, ese año se vincula necesariamente a la Marcha Negra, al encierro de ocho sindicalistas mineros en el pozo Calderón, a la huelga, a los duros enfrentamientos de los mineros con los antidisturbios. Y hoy, día del padre, los sindicatos comarcales -UGT, CCOO, USO y la Asociación de Vigilantes- han organizado conjuntamente, con el apoyo del Ayuntamiento de Villablino, un acto conmemorativo de tan importante fecha.

Frente a las sedes sindicales, aquellos hombres que se encerraron en Calderón durante 51 días, descubrieron la placa conmemorativa que, desde este mismo sábado, lucirá en la fachada de las sedes sindicales en homenaje al treinta aniversario de la Marcha Negra. Hubo aplasuo, también en memoria de Manuel Lastra, fallecido en 2019 y uno de los ocho representantes sindicales que protagonizó el encierro en el pozo.

En nombre de todos ellos habló Guillermo Murias quien sentenció que la acción de protesta «ganó la batalla de la huelga del 92». La actividad minera en Laciana subsistió otros 25 años más, «la antigua MSP no se cerró y se sentaron las bases de los Planes del Carbón que vinieron después». Sin embargo, tal y como defendió Murias, «perdimos la guerra del carbón, que no dependía solamente de nosotros, dependía de decisiones políticas, desde mi punto de vista, algunas precipitadas».

El que también fue alcalde de Villablino, consideró que existe «una deuda histórica» con la comarca de Laciana «de la que no podemos olvidarnos, que es la reactivación minera. Aquí hay pocos jóvenes y otros tienen que buscarse la vida fuera. No hay alternativas para ellos». Por eso Murias advirtió de la importancia de reivindicar «el cumplimiento de los compromisos que gobierno tras gobierno han ido infringiendo». Al hilo de esto, afirmó que la Transición Justa «no existe. Ni ha habido Transición ni ha sido Justa».

Aún así se mostró convencido de que Laciana «tiene futuro pero hay que pelearlo. El ejemplo de la Marcha Negra ha de servir para el futuro, siendo una sola voz, aparcando nuestras diferencias y exigiendo a los Gobiernos que cumplan sus compromisos». No dudó tampoco en referirse a otra acción de protesta, la más reciente, la Marcha Blanca «que puso de manifiesto que no estamos muertos estamos anestesiados, porque la comarca dio una importante respuesta».

Momento en el que los encerrados en Calderón descubren la placa conmemorativa

A la cita no faltó tampoco el que fue el coordinador de la Marcha Negra, Javier Rubio, quien tachó de «agoreros» a todos aquellos que niegan la eficacia de la Marcha Negra. «Son personas habituadas a menospreciar el trabajo de todo el mundo. Los que critican son los que no han dado un palo agua en su vida por nadie». «Salimos a defender la viabilidad de una empresa y eso lo conseguimos, por lo tanto la Marcha logró la victoria que pretendía», remarcó muy molesto.

Javier Rubio afirmó que la movilización de 1992 «merece todo el respeto del mundo» porque, además, el ejemplo de aquella Marcha «tuvo repercusión en la Marcha Blanca, que no será la única que se vaya a hacer, no solo en Laciana que tendrá que seguir haciendo otras, sino en la provincia de León y fuera de ella».

Al acto, entre otros, acudió también el alcalde de Villablino, Mario Rivas, que consideró importante la conmemoración de la Marcha Negra «para no olvidar lo que ha sido la lucha obrera. Significó marcar un hito en las reivindicaciones laborales desde el punto de vista social«. Además, el primer edil defendió que se ha de tomar la acción de protesta «como ejemplo y tener en cuenta que cuando estamos unidos somos capaces de lograr grandes cosas».

La jornada, que contó con las voces de las hermanas García Tablado -grupo Xaleu- y de la lacianiega Charo González, concluyó con la proyección de un audiovisual, como repaso a la Marcha Negra, en el auditorio de la Casa de Cultura de Villablino. Además, hasta el 25 de marzo, estará abierta al público una muestra fotográfica en honor a la acción de protesta en el salón de exposiciones de la Casa de Cultura.

Actuación del grupo Xaleu

El manifiesto de los sindicatos

Los cuatro sindicatos organizadores de los actos elaboraron conjuntamente el manifiesto al que dio lectura el secretario comarcal de UGT, Antonio Fernández. El escrito apelaba a ese espíritu de lucha y de unidad «que tenemos la responsabilidad moral de transmitir a los jóvenes y nuevas generaciones de la comarca». El manifiesto hizo hincapié también en la lucha de las mujeres en las movilizaciones mineras. «Ellas han sido un pilar fundamental, sin ellas no habría sido posible».

Pasados ya treinta años, «después de los diferentes Gobiernos, nos encontramos con la actividad minera cerrada en todo el país y con una situación muy complicada en la comarca. Las alternativas al carbón siguen sin llegar, las falsas promesas siguen siendo titulares de prensa mientras los jóvenes de la comarca no tienen opciones de futuro».

Por todo ello, con una pérdida de población y de servicios «cada vez mayor, tenemos que hacer memoria y recordar que nunca nos han regalado nada, estamos condenados a luchar, luchar y luchar».

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