Anda media provincia eufórica celebrando que la Cultural, el equipo de fútbol de toda la vida de la capital leonesa, ha ascendido a Segunda División de Fútbol. Lo nunca visto desde hace 43 años. Así que los ciudadanos se han echado a la calle a celebrarlo, espoleados por las autoridades. Ayuntamiento y Diputación no han escatimado energías para enardecer a las masas y encauzarlas hacia pacíficas manifestaciones de alegría.
El fútbol, oh, el fútbol, ha dejado ya casi de ser un deporte. Ahora es espectáculo y negocio, cuya materia prima son las emociones humanas. No es nada nuevo. Hace más de dos mil años, los romanos inventaron aquello de pan y circo. Claro, no es lo mismo. El fútbol forma parte del importante sector terciario de la economía española. Pero, sobre todo, es una imagen y una marca. Uno siente o no siente los colores, pero si los siente y los resultados acompañan, uno se siente más feliz, orgulloso e integrado en una comunidad.
Lo decía el alcalde de León, Antonio Silván, ascensos deportivos como el protagonizado por la Cultural y Deportiva Leonesa inyectan moral ciudadana, generan ilusión y fomentan la autoestima y el sentido solidario de pertenencia a una comunidad. León es hoy una sociedad mucho más cohesionada e integradora gracias al fútbol. Lo siento por la concejala de Cultura y Turismo, Margarita Torres, quien tantos esfuerzos está haciendo para coinvertir al santo Grial, que se guarda en San Isidoro, en el nuevo símbolo e imagen de marca de León.
En El Bierzo y Ponferrada ya están curados de espanto. Cuando León va, Ponferrada ya ha vuelto. Allí ya pasaron por lo mismo. La Ponferradina ha estado varios años jugando en la Segunda División. ¿En qué ha cambiado Ponferrada y El Bierzo tras el paso de la Deportiva por la segunda categoría del fútbol nacional? Sin duda, ha sido un revulsivo económico, ha puesto a Ponferrada en el mapa del complejo mundo de la competitividad deportiva y muchos ponferradinos habrán engordado de autoestima. A ver si Silván tiende puentes con Gloria Merayo y le explica el auge y decadencia del fútbol.
La clave está en que no sea un momento de subidón de adrenalina ni de euforia pasajera. Como en todos los sectores, hay que construir proyectos de futuro y diseñar planes estratégicos a medio plazo para que los efectos positivos calen de verdad en el entorno. Dicen los entendidos que el presupuesto de la Cultural para la próxima temporada puede superar los 8 millones de euros. Es mucho dinero. Sólo los derechos de retransmisión de televisión generarán 5 millones de euros. En total, mucho más dinero que el presupuesto de la mayoría de los ayuntamientos de la provincia y del resto de España.
Dicen los mismos entendidos que la Cultural puede llegar a los 8.000 socios. Muchos más que la mayoría de los despoblados municipios de la provincia. Habrá domingos de esos de gloria y épica, en los que en el estadio Reino de León haya más espectadores que en veinte o treinta municipios juntos de la provincia.
Millones de euros y miles de aficionados y espectadores. Una masa crítica importante para sectores económicos como el comercio, hotelería, hostelería, mercadotecnia, y agroalimentario, entre otros. El fútbol entendido como una industria y negocio. Aunque en el fondo lo que subyace es algo tan primitivo y humano como la pasión y los sentimientos.
El éxito de la Cultural va a engordar un poco más el lema de “León, de moda”. Ahora hay que saber gestionar este subidón de adrenalina.