PREMIOS MUJER 2024

Ni la nieve detiene el fervor por el Cristo de los Mineros

La nieve impidió que la procesión pudiese celebrarse por las calles de Caboalles de Abajo. Aún así se llevó a cabo un pequeño acto en el interior de la iglesia

Y el cielo finalmente no respetó a la procesión del Cristo de los Mineros de Caboalles de Abajo. La nieve impidió que el desfile religioso recorriese la localidad. No así detuvo la auténtica devoción que los lacianiegos sienten cada Viernes Santo a su paso y es que a pesar de la climatología adversa el Cristo de los Mineros procesionó, eso sí, en el interior de la iglesia de Santa María.

Portado a hombros por varios vecinos ataviados con el traje de faena el Cristo arrancó aplausos a su paso por los pasillos del templo. Emocionó. No cabe duda. Así como también lo hizo la Virgen Dolorosa que recorrió sus mismos pasos cubierta con un manto negro en señal de duelo y llevada a hombros por varias mujeres del pueblo. Pero el momento más emotivo fue sin duda el encuentro entre el Cristo de los Mineros y la Virgen Dolorosa.

Además, la banda de cornetas y tambores de la cofradía, conformada por niños y jóvenes, puso sonido a la procesión mientras que el coro parroquial con sus voces ambientó una tarde llena de fervor en la que este año, desafortunadamente, no pudo llevarse a cabo una procesión que desde 1971 se celebra en la pedanía de Caboalles de Abajo.

Aún así la pequeña celebración que tuvo lugar en el interior de la iglesia fue seguida por una multitud que por nada quiso perderse el acto más emotivo de la Semana Santa lacianiega y que es, sin duda alguna, una clara insignia de la gran familia minera de Laciana.

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