Llevan el ritmo en la sangre. Lo de ellos con el baile es auténtico delirio y es que son ya 8 años los que estos dos jóvenes lacianiegos llevan compartiendo su pasión por la danza. 8 años de escenario en escenario como pareja de baile. 8 años de congreso en congreso disfrutando de una misma ilusión y recorriendo, a la vez, diferentes puntos de la geografía española. Galicia, Asturias, León, Salamanca, Alicante y Tarragona, entre otros lugares, han sido testigos del renacer de dos grandes figuras del baile. De provincia en provincia se han codeado con los mejores bailarines a nivel mundial, especialmente de salsa, bachata y kizomba, géneros musicales en los que se desenvuelven con maestría.
Pero también, Laciana ha podido refrendar la brillantez de Isabel López, de 22 años, y Mario Bardón de 23 años. Aquí, en su casa, han llevado su repertorio de pueblo en pueblo. Siempre con una sonrisa y siempre de una forma totalmente altruista. Pasodoble, tango, hip hop, lírico… y por supuesto mucha salsa, son las danzas que han manejado a su antojo por toda la comarca. Aunque una de las valías de estos dos bailarines reside en que son completamente autodidactas. Ellos mismos crearon sus propias coreografías. Y así, solos y sin necesidad de asistir a clases fueron creciendo sobre el escenario tras muchas horas de ensayo. Eso sí, siempre juntos. Porque son compañeros de baile pero por encima de todo, son el uno para el otro, como dos grandes hermanos.
En estos ocho años de recorrido, han impartido clases de baile tanto a niños como a adultos en Villablino pero también en Oviedo porque han sabido utilizar la danza como un medio de expresión y porque tal y como reconocen “necesitan de la música para poder vivir”. Y es que están hechos para el baile porque ya desde bien pequeños se forjaron para ello.
La última exhibición en su tierra
Isabel ha conseguido ser Licenciada en Biología y Mario es Técnico Superior en Actividades Físicas y Animación Deportiva. El joven lacianiego actualmente trabaja en un gimnasio de Oviedo e Isabel comenzará a preparar su máster por lo que sus caminos se separan. Seguirán bailando y participando en diferentes congresos pero quizás no de una forma tan asidua. Ni tampoco ya en Laciana donde precisamente, en las fiestas de San Roque, han regalado a sus vecinos la última de sus exhibiciones. Una jornada donde hubo mucho sitio para la emoción; un paseo por sus ocho años de baile en los que han sabido ponerle ritmo a sus vidas, desde el corazón.
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