MINERÍA

La restauración del cielo abierto de Fonfría ejecutada casi al cien por cien

El plazo de finalización de las obras es el 30 de noviembre de 2018, si bien los trabajos están acometidos ya en un 95,18%. Las labores de restauración vegetal se reiniciarán próximamente

El objetivo era recuperar el valor medioambiental de la explotación a cielo abierto de Fonfría, en Caboalles de Abajo, de acuerdo con la sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea de 24 de noviembre de 2011. Pues bien, se puede decir que el proyecto de restauración de Fonfría se encuentra ejecutado al 95,18%.

Pero vayamos por partes, el plan se resume en cinco capítulos, movimiento de tierras ejecutado al 101,15%, red de drenaje completado al 82,04%, demoliciones y gestión de residuos cumplido al 42,13%, restauración vegetal ejecutado al 91,91% y seguridad y salud completado al 96,61%. Cabe recordar también que la superficie afectada por los trabajos, ejecutados materialmente a través de la empresa de Transformación Agraria -TRAGSA- en virtud de una encomienda de gestión, era de 246,76 hectáreas con un presupuesto de obras de 8.887.891,54 euros.

No obstante hay que señalar que el plazo de finalización de las labores es el día 30 de noviembre de este mismo año. De hecho, respecto a la restauración de la cubierta vegetal, la finalización total de este capítulo se completará en fechas muy próximas ya que ésta es la época más favorable para ejecutar la revegetación del terreno. Es más, TRAGSA ya ha iniciado el proceso de selección para la contratación de personal.

Y en este capítulo es en el que vamos a centrarnos. ¿Qué se ha hecho hasta ahora? Pues bien, se han llevado a cabo actuaciones de repoblación forestal en aproximadamente 200 hectáreas, hidrosiembra -74,50 hectáreas- e hidromanta -tres hectáreas- y plantaciones leñosas arbustivas en taludes conformados -dos mil cien unidades-. Cabe destacar que la hidromanta es una técnica que consigue mayor y mejor implantación de especies.

Además se ejecutó la plantación de leñosas arbustivas en setos -dos hectáreas-. Se implantaron con el objetivo de delimitar zonas con importantes diferencias de desnivel y dar frutos de alto contenido energético en otoño que permite a la fauna silvestre recuperarse del período de cría y prepararse para el bache de alimentación invernal; algo especialmente importante en el caso del oso o del urogallo.

Se acometió también la creación de praderas en unas seis hectáreas. Es precisamente esta unidad de obra la que falta por completar y es que el objetivo es crear zonas de pradera ya que los pastos naturales poseen un altísimo valor ecológico, económico y social además de servir de alimento a la fauna silvestre, incluso para determinadas especies en peligro de extinción, como el oso.

Por último, el capítulo se completa con la creación de humedales en cuatro cientos metros cuadrados. Éstos, permiten el refugio y reproducción de diversas especies animales y consecuentemente, es del máximo interés su renaturalización. 

TRAGSA, creación de empleo

El cierre de las explotaciones a cielo abierto supuso una notable pérdida de puestos de trabajo en la comarca de Laciana. Para intentar paliar la situación, en cierta manera, una demanda del propio municipio siempre ha sido que las contrataciones que se llevasen a cabo para afrontar los proyectos de restauración fueran con trabajadores del municipio. Pues bien, según -y repetimos según- fuentes consultadas por este periódico se habrían contratado a treinta y ocho lacianiegos durante los años 2016, 2017 y 2018 para la restauración de Fonfría.

Y precisamente en este punto se ha querido pronunciar el alcalde socialista de Villablino, Mario Rivas, quien ha reconocido que pese a haberse producido una pequeña generación de empleo con contrataciones locales “no ha sido todo lo que preveíamos”. Aún así, el regidor confía en que las tareas de restauración forestal, que se reiniciarán próximamente, “se hagan a través de brigadas formadas por trabajadores de la zona”.

Respecto a las restauraciones de los cielos abiertos, Rivas ha lamentado que los trabajos se ejecuten con fondos públicos cuando “deberían ser financiados a través de las propias empresas que han tenido las explotaciones. Se hubiera generado un número de empleos significativamente mayor”. Para finalizar, el primer edil quiso subrayar que este tipo de actuaciones de restauración medioambiental “nunca deben contemplarse como Plan de Dinamización de las comarcas mineras ya que es una obligación que tiene la propia Junta de Castilla y León que lleva a cabo porque viene dictaminado por la Unión Europea”.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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