PREMIOS MUJER 2024

La lacianiega Rebeca Radío, única mujer civil galardonada en los premios nacionales del Ejército del Aire y del Espacio

La joven, de tan solo 23 años e ingeniera informática por la Universidad de León, recibió el premio en la modalidad de transformación digital individual

Se podría decir, y nunca mejor dicho, que la lacianiega Rebeca Radío, natural de Orallo, es una joven de altos vuelos. Doble mérito para ella porque, en primer lugar, ha sido galardonada en la XLV edición de los premios nacionales del Ejército del Aire y del Espacio, que este año ha marcado todo un hito, ya que concurrieron más de doscientos trabajos. Y, además, ha resultado ser la única mujer civil premiada en estos galardones.

La joven, de tan solo 23 años e ingeniera informática por la Universidad de León, recibió el premio en la modalidad de transformación digital individual por su proyecto ‘Creación y operación de un sistema de gestión de información en el Ala 31, Base Aérea de Zaragoza’. El trabajo se clasificó como ganador de esta disciplina porque profundizó mucho más en el arte de la tecnología a aplicar para alcanzar la necesaria transformación digital que estos premios valoran.

La lacianiega recibió el galardón de manos del Teniente General Ivorra, en un acto que tuvo lugar el pasado 20 de junio en el hangar principal del Ala 48, en la base área de Cuatro Vientos (Madrid).

Las primeras etapas educativas de Rebeca Radío empezaron en su tierra, en el instituto ‘Obispo Argüelles’ de Villablino, donde cursó el bachillerato científico. Luego se especializó en Ingeniería Informática, en la Universidad de León. Mientras estudiaba la carrera, la lacianiega hizo un curso de Simulación Aérea, con sus respectivas prácticas, primero en las islas Canarias, en el Cuartel General de Mando Aéreo de Canarias y luego en Zaragoza, en el Ala 31.

En septiembre del año pasado comenzó el Máster en Investigación en Ciberseguridad, en la Universidad de León, y próximamente iniciará otro en Seguridad, Defensa y Geoestrategia, en la Universidad a Distancia de Madrid.

Actualmente trabaja en la empresa Indra, una de las principales compañías globales de consultoría y tecnología, la empresa líder en tecnologías de la información en España y el socio tecnológico para las operaciones clave de los negocios de sus clientes en todo el mundo.

El proyecto

Concretamente, la galardonada planteó el trabajo para el entorno exclusivo del Ala 31 de Zaragoza, “unidad que gestiona todas las operaciones de la aeronave A400M, que es un avión militar de transporte”, explica la lacianiega.

El proyecto de Rebeca Radío es una creación y puesta en operación de un servidor. Dicho servidor “lo que hace es gestionar la información que se envía y genera en tres fuentes diferentes, por un lado están los sistemas que dan soporte a las operaciones de la aeronave, por otro lado los dispositivos que llevan a bordo los pilotos y por último, los sistemas de la propia cabina”.

Además, el plan incluye aspectos de telecomunicaciones, aeronáutica militar, redes y protocolos, aspectos legislativos y, especialmente, recoge un análisis de ciberseguridad al propio sistema.

En definitiva, la galardonada creó el sistema y luego lo analizó “desde el punto de vista de ciberseguridad para comprobar si era seguro o no”, matiza Radío. “Este análisis lo hice contra el Esquema Nacional de Seguridad, que es una norma nacional española que dicta cómo deben ser los sistemas para que sean seguros”.

“Gracias a mi familia”

Tras resultar ganadora del premio, Rebeca Radío se muestra contenta pero también muy agradecida. A todas las personas que “me han ayudado a llegar hasta aquí”. A sus profesores de instituto y clases particulares, a sus compañeros de Universidad “que me ayudaron siempre que pudieron y que luego se convirtieron en buenos amigos”.

Además, el ejército le ha brindado muchas experiencias “pero también me llevo a personas que, a día de hoy, me siguen ayudando con los siguientes pasos que tengo en mente”.

Pero por encima de todo, se siente agradecida a su familia. “Especialmente a mis padres y a mi hermana, les debo absolutamente todo. Siempre apostaron por mí, aunque no fuese caballo ganador, y en ningún momento dudaron ni me dejaron dudar a mí. Estoy aquí gracias a ellos y el premio es también suyo”, confiesa la lacianiega.

Para Radío, este premio supone “un tributo a mi trabajo, a muchas horas de dedicación que hay detrás. Muchos días salgo de trabajar y me pongo a estudiar y que me hayan dado un premio es algo muy importante para mí”. Admite también que darse cuenta de lo que es capaz “es de las mejores sensaciones que he tenido estos días y sobre todo, ver lo orgullosa que está mi familia de mí, es lo que hace que siga teniendo ganas de aprender”, concluye diciendo.

¡Muchas felicidades!