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entrevista

Juan Martínez Majo: “La rebeldía contra la corrupción no puede llevar a ser un anti-todo”

El presidente del PP de León cree que “hay muchas personas que no están en el partido y que pudieran estar y otras que se han ido y que tienen que volver”

Elena F. Gordón Con 54 años recién cumplidos, más de la mitad de ellos vinculado o dedicado a la política, Juan Martínez Majo está más que revalidado en las urnas -lleva 22 años como alcalde de Valencia de Don Juan- y completa su lista de cargos públicos como líder provincial del PP y presidente de la Diputación. Saca tiempo de donde puede para no perderse ni la paella popular de las fiestas de su pueblo de adopción, porque el que le vio nacer fue Velilla de la Reina. Hombre afable, mira al futuro cargado de proyectos y asegura que no tiene, a fecha de hoy, aspiraciones políticas por cumplir, aunque siempre está listo para lo que pueda llegar.

Su ‘aterrizaje’ fue algo accidentado, por no ser el candidato a priori previsto por muchos y por el amago de otro aspirante… ¿Ya están las aguas calmadas en el seno del PP leonés?

Las aguas están calmadas del todo, como lo estuvieron desde el principio… no hubo tal cosa, el amago sí pero desde luego yo tenía conversaciones, las sigo manteniendo y existe absoluta normalidad y tranquilidad en el partido.

¿El tándem Majo-Silván sigue vigente y hasta qué punto?

Por supuesto. Antonio es un magnífico alcalde de León, que ha ocupado cargos de mucha responsabilidasd y se merece todo el respeto y todo el apoyo, también a nivel de partido en este caso.

¿Cree que Antonio Silván repetira como candidato?

Creo que sería un buen candidato, pero en este momento no toca. El partido tiene una estructura y será el que marque las pautas. Sería un buen candidato pero cuando llegue el momento procesal oportuno.

¿Y usted quiere seguir siendo alcalde de su municipio?

Me comprometí con los ciudadanos públicamente. Me quedan casi dos años todavía para pensar en el futuro. Pero no lo descarto.

¿Qué tiene el PP que lidera usted desde hace tres meses que le faltaba al anterior?

No sé lo que tiene, lo que sí sé es lo que yo he querido que tenga, o he querido transmitir: una sensación de normalidad, de tranquilidad y de que en este partido cabemos todos. Dentro de las ideas del PP en términos generales, lo que hay que hacer es lo que estamos intentando, que es sumar, sumar y sumar. Sigue siendo mi lema, porque creo que hay muchas personas que no están y que pudieran estar y otras que se han ido y que tienen que volver.

¿En su calidad de líder provincial, cuáles son las líneas de trabajo principales que ha marcado, si ha tenido tiempo de ponerlas en marcha?

El eje funtamental lo marcó Mariano Rajoy hace tiempo y es la cercanía y la calle. El PP es sensible a los problemas sociales que existen y lo que hay que hacer es estar en la calle y escuchar los problemas de los ciudadanos. Tenemos que preparar unas elecciones municipales y autonómicas para 2019, que es muy importante y a nivel estructural se está generando empleo en España y en León tenemos que apoyar e impulsar esas iniciativas que puedan generar empleo.

¿Hay alguna meta que se plantee como irrenunciable como presidente del partido?

No. El PP ha hecho muchas cosas, es un partido muy serio, muy consolidado, gobernamos la mayoría de instituciones y lo que tenemos que hacer es mantener, consolidar y mejorar en la medida de lo posible la estructura que tenemos y buscar los mejores candidatos.

¿Cómo va quedará o está resuelto ya el tema de los afiliados? Hablar de 12.000 y más y que luego sean 600 a efectos prácticos es, como poco, impactante…

He creado una vicesecretaría de afiliación, donde hay un responsable, Fidentino Reyero, y una estructura con todas las comarcas y un representante por cada una y se está depurando el fichero o el censo y luego se contactará con las personas que queden para seguir trabajando en el seno del partido. Hay que ver cómo unificar o asimilar las cuotas de afilados. Estamos ahora en el proceso de ver cómo coordinar que todas las provincias mantengamos un criterio uniforme. Tenemos la condición de simpatizante o afiliado. El que no pague será simpatizante, salvo que renuncie y los afilados, por supuesto, tienen que pagar la cuota. Se habla de si poner una cuota regional o una indicativa que sea aproximada en todas las provincias; no puede ser que una pague el doble que la otra.

¿Cómo califica su relación con el actual presidente autonómico?

Muy buena. A Alfonso Fernández Mañueco lo conozco hace más de 30 años, ya de Nuevas Generaciones, nos conocemos perfectamente y vamos a trabajar juntos en este momento por un proyecto que es el que importa a León y a Castilla y León.

Usted dijo que Mañueco tenía que ser el próximo presidente de la Junta, ¿Cómo ve el horizonte de 2019, cree que el PP puede recuperar la mayoría absoluta?

Creo que va a ser el candidato y que el PP tiene muchas posibilidades de recuperar la mayoría absoluta, sólo hace falta que nos los creamos nosotros mismos y trabajemos por ello. Creo que la sociedad se está dando cuenta de que esa amalgama de partidos, en cierto modo oportunistas, y no lo digo en tono despectivo, surgen al albur, por ejemplo de PP y PSOE, en el fondo lo que hacen es un cierto encantamiento, es decir, qué bonito y qué bien se habla, pero la hora de gestionar es muy distinta. Una cosa es hacer la política en la calle y decir lo que el ciudadano quiere oír, que es muy fácil, y otra cosa luego es gestionar e incumplir eso; y eso no lo hace el PP.

¿Piensa que Juan Vicente Herrera finalizará el mandato?

Es una decisión personal y es él quien tiene que valorarlo. Es un hombre de palabra y de compromiso y si se ha comprometido pienso sinceramente que va a terminar. Pero, en todo caso, es una decisión absolutamente personal, son muchos años al frente del ejecutivo autonómico, que tiene su complejidad.

¿Considera que los casos que investigan los tribunales pueden pasarle factura al presidente y al partido?

Las resoluciones judiciales suelen llegar tarde..,. tenemos ejemplos en España donde llega una absolución cuando ya está muerta la persona y es triste. Los tribunales resolverán, dirán lo que tengan que decir y la factura o no la verems. Acusar es muy fácil, demostrar ya no lo es tanto y buscar al responsable es una cosa muy seria.

¿Ser el dirigente provincial del partido condiciona de algún modo una posible faceta reivindicativa como presidente de la Diputación o le sirve incluso de apoyo?

Considero que es un apoyo porque tienes dos formas de poder hacerlo y en los meses que llevo he tenido la suerte y la oportunidad de poder hacerlo. Las reivindicaciones que tengamos que hacer para León, las haremos desde el máximo respeto y seriedad. Y habrá que analizar lo que es razonable, responsable y objetivamente viable. Hay que ser muy claros, muy sinceros. Por ejemplo, en minería, queremos que se consuma el carbón autóctono, pero también es un tema de las eléctricas. En estos meses nos hemos reunido varias veces los órganos del partido y también a nivel regional se puede presionar para ciertas cuestiones.

En materia de ordenación del territorio, ¿tiene posturas conciliadas desde ambas responsabilidades, incluso como alcalde?

La primera que conocí fue hace 25 años, con José Luis González Vallvé. Es un tema muy complejo y lo que ha dicho el que se quiere el consenso porque hay que entenderla bien. Que la Junta ordene sus propias competencias en territorio provincial. Eso nadie lo puede impedir, buscándole una lógica. En León se han admitido todas las alegaciones que hemos hecho, por tanto, creo que es algo que se puede hacer y que redunde en algo positivo.

¿Ve inevitable la despoblación rural o es que no se encuentran las medidas para reducirla?

Sólo hay una cosa inevitable en esta vida… pero la solución es muy difícil… estoy harto de escuchar horas y horas de oratoria sobre despoblación. El mundo rural tiene ventajas e inconvenientes. León tiene 1.400 núcleos de población y una orografía muy compleja. Hay mucha teoría y lo que tenemos que hacer es intentar que los pueblos de la provincia tengan las infraestructuras básicas en perfectas condiciones y es donde está trabajando la Diputación. Y a partir de ahí hay un tema de futuro: buscar un sistema, remodelar todo el sistema de transporte, porque si tienes unas buenas comunicaciones, puedes vivir perfectamente a 30 kilómetros de León si sabes que todos los días puedes venir. Otra cosa necesaria para vivir en un pueblo son las nuevas tecnologías y en ello vamos a trabajar.

En el ámbito autonómico, ¿Qué tal se lleva con sus homólogos?

De forma excelente con todos. Tenemos cargos públicos todos, aparte de orgánicos, y, lo digo con todas sinceridad, creo que todos somos gente implicada en los territorios.

¿Está pendiente de lo que sucede en otros partidos de la provincia?, ¿Cómo ve la situación actual del PSOE?

Al PP lo que le preocupa es trabajar día a día y pisar la calle, con el objetivo que tenemos en 2019. Lo que hagan los demás partidos es un problema de ellos, lo único, que el ciudadano de a pie tiene que ver, valorar y analizar la manera de funcionar de cada uno. El PSOE en este momento, yo no diría a la deriva pero sí tiene diversas facciones… yo no le deseo ningún mal. El resto, no es que no opine, pero decir lo que cada uno quiere en cada sitio es lo más fácil del mundo.

Con el actual panorama político nacional con Cataluña como punto más caliente, ¿Qué piensa que pasará el 1 de octubre y qué solución o salida ve al conflicto?

Yo, en primer lugar, creo en la unidad de España, eso por encima de todo. La vía de solución del conflicto, si existiera o llegara a producirse, creo que hay un Consejo de Estado, un Tribunal Constitucional, un Gobierno de España… son quienes tienen que tomar decisiones y aplicar la Constitución, que creo que es el instrumento más importante que hemos tenido. En el año 78 fueron capaces de ponerse de acuerdo los extremos, si se quiere llamar así, en un modelo donde todos tenemos cabida; creo que Cataluña también tiene cabida dentro de ese marco constitucional; pues que lo acate.

Ser presidente de la Diputación también le consume mucho tiempo, ¿Qué faceta de su vida se resiente más, la personal, la familiar o el resto de cargos?

La personal y la familiar, pero sobre todo la personal. El resto… mira, dentro de un rato tengo una paellada en Valencia de Don Juan. El don de la ubicuidad nadie lo tiene pero las nuevas tecnologías ayudan. Con ganas, se pueden hacer muchas cosas

¿Qué consejo le da a los jóvenes que entran en política o que se implican a través de organizaciones como la de su partido?

Primero, solucionar la vida; estudiar… buscar un trabajo. Y después, paralelamente, si tienes unas ideas políticas y quieres defenderlas, necesitamos jóvenes que se involucren en la vida social, económica y política de este país. Hay que implicarse y en política hay que tomar decisiones que trascienden a otros ámbitos.

¿Los casos de corrupción pueden desanimar o al contrario, estimularles para cambiar las cosas?

El Gobierno en este momento está con todas las ganas de que eso desaparezca en el futuro y lo que haya de atrás, que se arregle, que se depure, porque tenemos que dar ejemplo y ya no sólo ser sino también parecerlo, vamos a decirlo así. El que la haga, que responda y que pague por ello, pero también es verdad que no es lo general, aunque lo parezca y los jóvenes tienen que aprender de esos errores cometidos por otros y no repertirlos. Pero esa rebeldía no puede llevar a ser un anti-todo, a decir soy una anti-sistema y luego llevar ropa de marca y lo último en tecnología. Eso no existe, todo el mundo, de una manera u otra estamos involucrados en la política. O nos afecta.

 ¿Qué aspiraciones políticas le quedan por cumplir?

En este momento, ninguna. Fui secretario de la Junta Vecinal de mi pueblo cuando vivía en Velilla, fui concejal de la oposición en Cimanes del Tejar y a los dos años y medio de estar en Valencia de Don Juan me eligieron alcalde. Cuando uno está en política, yo lo tengo muy claro, lo más bonito y lo más grande es que los ciudadanos de tu pueblo te voten y si no te votan, por lo menos que te aprecien.

Sentirse satisfecho no descartará otras posibilidades…

Tengo un maletín que cuando llegan las elecciones lo cojo y lo pongo en el escenario cuando voy a hablar. La maleta está preparada, de ida y de vuelta, porque la política al final aunque se convierte en profesión, para mí no es profesión; yo tengo la mía y podría vivir, más a gusto seguro pero me faltaría algo. Esto, si estás, es porque te gusta.

¿Se plantea jubilarse ocupando un cargo institucional o político?

No he llegado a pensar eso… Pues igual ocurre, pero no porque lo busque, pero no lo pienso en este momento. Yo tengo un negocio familiar, que lleva mi hermana, al que puedo volver mañana y procuro mantenerme al día de muchas cosas y nunca he pensado lo otro, lo que no quiere decir que no ocurra. Tenemos que estar y servir mientras tengamos ideas, ilusión, proyectos y ganas de trabajar… y el problema que tengo es que llevo 22 años en Valencia de Don Juan y si te digo los proyectos tan gordos e ilusionantes que tengo sobre la mesa… merece la pena pelear por ellos y a veces nunca eres capaz de terminar. Ya dije en el partido que el día que crean que sobro, yo me voy.

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