El Grupo de Acción Local (GAL) Cuatro Valles celebra tres décadas de trabajo continuo al servicio del desarrollo rural en el norte de la provincia de León. Desde su constitución en 1994, este organismo ha gestionado fondos europeos y autonómicos que han contribuido a transformar de forma decisiva la realidad de 25 municipios, desde Villablino hasta Matallana de Torío. Una red rural diversa, marcada por la despoblación y el reto de garantizar servicios básicos, que ha encontrado en el GAL un aliado firme para impulsar proyectos, retener población y generar oportunidades.
“La finalidad de Cuatro Valles es fomentar un desarrollo sostenible de los municipios que forman parte del Grupo de Acción Local”, explica su presidente, José García. En estos 30 años, añade, “se han desarrollado diversos programas que han repercutido de manera directa en los territorios” y han contribuido, entre otras cosas, “al mantenimiento del empleo y a la dinamización del tejido social y económico”.
El GAL ha canalizado financiación europea LEADER en varias etapas, apoyando tanto a personas autónomas como a pequeñas empresas, cooperativas, asociaciones y administraciones locales. “Los beneficiarios de la gestión de Cuatro Valles son personas, empresas, autónomos e incluso ayuntamientos”, señala García, quien destaca también la labor del equipo técnico: “Las cuatro grandes trabajadoras que hay en el GAL son las que gestionan esas ayudas que vienen dadas de fondos europeos y autonómicos”.
En este tiempo, se han desarrollado iniciativas vinculadas a la gastronomía, la cultura, la recuperación del patrimonio, la formación y el turismo rural, entre otras. “Trabaja en todos los aspectos que repercuten en todos los ámbitos, y apoya a personas que tienen una inquietud y quieren desarrollar cualquier proyecto dentro del territorio”, resume su presidente.
Aun así, el contexto actual no es fácil. “He seguido la evolución de los fondos, y han ido disminuyendo las ayudas europeas. Este programa dispone de 2 millones, pero es muy inferior al que se daba al principio”, advierte García, que reivindica el papel del GAL como una herramienta más necesaria que nunca para afrontar los desafíos demográficos, económicos y sociales del mundo rural.
A lo largo de estos años, Cuatro Valles ha logrado tejer una estructura de colaboración que trasciende partidos e ideologías. “Aquí somos un grupo de personas de diversos partidos que nos juntamos, y todos somos del Grupo de Acción Local”, indica García, quien considera esencial mantener esa unidad para seguir avanzando. “Tenemos un valor incalculable en cuanto al paisaje. Estamos en una zona de montaña, con un entorno que puede ser motor de desarrollo si se gestiona bien”.
El 30º aniversario se celebrará próximamente con un encuentro que tendrá un carácter festivo y comunitario. “Será un acto distendido para disfrutar en comunidad”, afirma el presidente. “Son muchos años, muchos proyectos y muchos programas que perduran desde el inicio hasta ahora. Después de 30 años, Cuatro Valles seguirá ahí, ayudando a las personas que quieran quedarse en las zonas rurales”.