José Bono: “Si queda algún recuerdo de mi vida política me gustaría que fuera el de que fui útil y que no fui mala gente”

"En España hemos pasado del bipartidismo al 'bibloquismo'. Ese tránsito que algunos aplauden a mí no me parece digno de esos aplausos"
El exministro José Bono, durante la presentación de su libro ‘Se levanta la sesión’ en 2020 / David Arranz / ICAL .

Después de su paso por la política, donde dejó huella y ocupó cargos importantes, como el de presidente de Castilla La Mancha,  ministro de Defensa y presidente del Congreso de los Diputados, hemos entrevistado a José Bono, desde la experiencia y la tranquilidad que le dan los 70 años y el ser un hombre que ha sabido “estar” y “retirarse” lejos de la “poltrona” o de las puertas giratorias.

¿En qué se parece el PSOE de antes, el de su generación, y el de ahora?

El partido socialista es una organización con una historia centenaria que ha debido ir acomodándose a la realidad. Esa es una señal de vida, de inteligencia y de capacidad de adaptación. Cuando yo entre en la familia socialista, en 1969, eran momentos de clandestinidad, de lucha contra la dictadura de Franco. Es evidente que han cambiado muchas cosas porque las circunstancias no son las mismas, pero hay algo, a mi manera de ver esencial, y es que un partido socialista siempre debe tener como principio de acción la solidaridad y el trabajo en favor de los ciudadanos que más necesitan y menos tienen. Otra característica definitoria es su internacionalismo. Desde mi punto de vista el socialismo es incompatible con el nacionalismo excluyente. Para los socialistas de antes y de ahora lo identitario y lo territorial está subordinado al principio de igualdad. Siempre debe prevalecer el derecho a la igualdad de las personas sobre el derecho a la autonomía de los territorios. La solidaridad humana no debe estar limitada por las fronteras.

¿Tiene todavía querencia por dedicarse a la política en activo?

No. En el año 2011 dejé de ser presidente del Congreso de los Diputados y la verdad es que desde entonces no he tenido el más mínimo deseo de volver a la primera línea de la política. Me interesa la política, pero no aspiro a ninguna responsabilidad pública.

¿Cuándo supo Vd. que era un hombre de izquierdas?

Cuando desde mi fe como cristiano me percaté que el Evangelio era una lección y una exigencia de solidaridad con todos los seres humanos. Llegué a la política desde un compromiso cristiano.

Señor Bono, en su etapa tan amplia, de vida política, ¿qué destacaría como lo más importante para Vd.?

Fui presidente de Castilla-La Mancha con 33 años recién cumplidos. Me entregué con la fuerza vital propia de esa edad a trabajar por construir una región que no existía y  ciertamente sentí la satisfacción de sentirme apoyado y querido por los ciudadanos de Castilla-La Mancha. La sexta vez que me presenté a las elecciones autonómicas de mi región, después de 20 años como presidente, los ciudadanos otorgaron al PSOE una confianza extraordinaria: el 58,6 % de los votos. Es algo inolvidable. Fuimos la primera región de Europa que legisló sobre la transparencia de los políticos para que se publicarán en el Boletín Oficial las rentas, bienes y actividades de los responsables políticos. También fue mi región la pionera en legislar en favor de las mujeres maltratadas y nunca olvidaré que antepusimos los intereses regionales a los partidistas: el parque nacional de Cabañeros y las Hoces del Cabriel lo ponen de manifiesto.

A su juicio veremos alguna vez en España un gobierno PP-PSOE?

Hoy por hoy no lo veo probable. En España hemos pasado del bipartidismo al ‘bibloquismo’. Ese tránsito que algunos aplauden a mí no me parece digno de esos aplausos.

¿Cómo es el día a día de José Bono? ¿A qué dedica su tiempo libre? 

Me cuido físicamente. Cada día hago unas dos horas de ejercicio. Camino unos 9 km y hago gimnasia. En el terreno laboral, soy abogado y por suerte me encuentro con capacidades para seguir trabajando y tengo clientes. El trabajo en mi caso es una fuente de vida, de ilusión.

Después de los años y con el paso del tiempo, Sr. Bono, ¿le hubiera gustado haber sido presidente del Gobierno?

Cuando en el año 2000 me presenté ante el Congreso de mi partido para ser su secretario general era evidente que quería ser presidente del Gobierno. Me ganó Zapatero pero el disgusto por la derrota me duró poco tiempo. Fui leal al nuevo secretario general desde el mismo momento de su victoria.

¿Cómo es un político cuando no tiene una cámara delante, es algo que también expone en alguno de sus libros?

Un político es muy parecido a los ciudadanos a los que representa. Es decir, tiene comportamientos loables y criticables. La política es una actividad en la que nada negativo queda oculto, lo cual es una virtud democrática pero también contribuye a la mala imagen de quienes se dedican a ella. Un sacerdote o un médico quizá tapen, disculpen o justifiquen los errores de un colega. En política todo acaba sabiéndose, especialmente si es malo. Es más, lo malo del contrario se amplifica, se exagera y se divulga. Sin embargo, no es mejor persona el cura, el periodista o el médico que el político. El valor está en las personas más que en los oficios o actividades.

Aunque no es monárquico, siempre ha sabido valorar a los Reyes de España en su justa medida…

Tenemos un jefe de Estado, el rey Felipe, que me parece buena persona, muy preparado desde el punto de vista humano y del que no he oído hablar mal a nadie por su comportamiento. Es verdad que ha heredado una situación complicada por las últimas actuaciones más criticables de su padre… Monarquía o República, hoy por hoy no es el debate que interesa a la inmensa mayoría de los españoles. Los reyes se mantienen cuando son útiles y ejemplares y ponen en peligro su propia dinastía cuando faltan a la ejemplaridad. El rey Juan Carlos tuvo unos inicios muy dignos de ser puestos en valor, pero al final de su reinado tuvo una conducta muy criticable.

En su libro también dice que hay muchos cristianos que votan al PSOE y así se lo manifestó al Papa Benedicto XVI cuando visitó España

Efectivamente es así. No hay más que abrir los ojos para comprobarlo, aunque creo que era más cierto cuando se lo dije al papa Benedicto en 2001 que en la actualidad. Hay algunos sectores de la iglesia católica que militan en el antisocialismo y les molesta que haya socialistas cristianos; del mismo modo, también hay socialistas que se complacen en el anticlericalismo.

José Bono ha dicho que perdona a los que le hicieron mal, pero tampoco olvida.

Efectivamente, lo he dicho.

¿Cómo le gustaría que los españoles recordarán a José Bono?

Aunque parezca un tópico y son muchas las respuestas que he oído similares a la que le voy a dar, me ratifico en que si queda algún recuerdo de mi vida política me gustaría que fuera el de que fui útil y que no fui mala gente

¿Todavía conserva en su casa el escaño del Congreso de los Diputados, con su nombre y que ocupó durante tanto tiempo?

No. Lo he regalado al Ayuntamiento de mi pueblo junto con otros recuerdos y documentos que tienen expuestos en la Casa Consistorial.

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