Herrera y el carbón

Juan Vicente Herrera viene demostrando desde el inicio de legislatura una actitud realmente encomiable e identificada con el grave problema que sufren especialmente dos zonas geográficas de la Comunidad que preside. Se diría que, aunque en el tiempo de descuento, la política de la Junta de Castilla y León frente al Gobierno de España es la que los habitantes del norte de Palencia y de casi la totalidad de la provincia de León reclamaban y hasta suplicaban. Los logros y goles en tiempo añadido también valen.

Denominar «erróneas» las medidas y bandazos que han dado los ministros de Industria y Energía de la última década es decir simple y llanamente la verdad. Con Zapatero la apuesta por las modernas y chupis energías renovables en condiciones draconianas para el ciudadano al final nos ha llevado a un despilfarro y un planteamiento insostenible. Pero a la vez, querer prolongar la vida de forma artificial al sector del carbón ya era de despropósito inaudito. Los intereses electorales primaban siempre.

Con Rajoy y su nefasto ministro Soria, el carbón ha sido el chivo expiatorio en materia de energía. Ni lo pactado llega a tiempo, ni la posible solución de un pequeño reducto estratégico solo para las empresas viables se ha cumplido. Actualmente, la patronal minera y los trabajadores se encuentran desnortados y sin saber realmente a qué atenerse si no a otra cosa que morir con dignidad y legalidad.
Los fondos para los municipios mineros son ungüento bien venido, pero es que todavía hay margen y tiempo para redimensionar realmente un sector que no tiene ni debe desaparecer del todo. El mercado manda y el mercado pide carbón…poco y barato. Y a eso hay que dirigir las políticas públicas en beneficio de las empresas, trabajadores y zonas propias que puedan atender esa necesidad. Eso la despoblación ya de por sí un mal endémico de nuestras nueve provincias…y media.

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