Final de curso escolar. Reflexiones

Llega el final de curso para los cientos de miles de estudiantes de nuestras aulas. Atrás se han quedado diez meses de trabajo continuado. Día tras día delante de los IPad, ordenadores, calculadoras, pizarras, libretas, libros, atlas y diccionarios.

Nuevas herramientas, nuevos conceptos, nueva metodología… todo cambia, pero lo esencial debe permanecer. Lectura expresiva y comprensiva, ortografía básica; habilidades en el cálculo y trato con la estadística, pasando por el mundo mágico de la geometría. Descubrir el mundo, la naturaleza y las civilizaciones nos hace participar de un juego interactivo poco conocido. Así mismo, agilizar el cuerpo con E. Física y de paso relajar la mente con buena música. Adentrarnos en el Reino Unido y adquirir las estructuras básicas del inglés completan ese viaje que ha sido el curso 2020-21.

Sí, es así. Y todo ello protegidos con la mascarilla para arriba y para abajo y con los sobresaltos de los confinamientos e ingresos en los hospitales.

Llega ahora el merecido descanso para alumnos y profesores. Recomponernos por dentro y por fuera que buena falta hace. Aprovechar el tiempo para realizar otras cosas, descansar, pasear, jugar, leer, dibujar, hacer fotografías, ver alguna película en inglés, visitar nuevos lugares y aprender algo de ellos, excursiones, nadar, montar en bicicleta, comidas o cenas con amigos y familiares, disfrutar de un helado en una terraza o incluso de la siesta en las tardes veraniegas.

Madres y padres, no renunciéis a estar con vuestros hijos, os lo agradecerán. Merece la pena.

FELIZ VERANO.

Vicente Fernández Lorenzo

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