La comisión de Fomento del Congreso de los Diputados ha aprobado, y por unanimidad, la Proposición No de Ley presentada por el PSOE, para poner en marcha un plan de protección y uso del patrimonio ferroviario histórico en el que se incentive el desarrollo de los antiguos ferrocarriles como una forma de impulso económico. La iniciativa supone el primer paso para instar al Gobierno a promover la aprobación de una normativa que regule los trenes históricos y que priorice su circulación, en vías en desuso, para transportes comerciales de viajeros y mercancías como una forma de contribuir al mantenimiento del patrimonio ferroviario histórico.
Y parte de ese patrimonio, de esa cultura del ferrocarril, es la antigua línea Ponferrada-Villablino para la que existe un proyecto de sobra conocido, el tren turístico ‘Ponfeblino’, que de ponerse en marcha supondría una oportunidad de desarrollo única para las comarcas de Laciana y El Bierzo. Un consenso, que suele ser atípico en el mundo parlamentario y que respalda a aquellos que siguen creyendo en las posibilidades del Ponfeblino porque al final la proposición busca precisamente eso, el uso de trazados ferroviarios en desuso para ferrocarriles históricos.
El alcalde de Villablino, el socialista Mario Rivas, que ha recibido la noticia con muy buen agrado, apela a que la aprobación de la PNL sea un “referente para todos aquellos que tenemos que implicarnos en sacar adelante el Ponfeblino“. Y es que en este asunto la Junta de Castilla y León tiene la pelota en su tejado. La decisión, para el primer edil, es “muy importante para el proyecto turístico, ya que le va a dar una cobertura legal y una mayor visión a un plan que nosotros venimos defendiendo desde hace mucho tiempo”. Una iniciativa que tal y como ha confesado Rivas “no es alocada”. En este sentido, el regidor ha apelado al buen funcionamiento que tiene el aprovechamiento ferroviario en otras zonas de Europa.
Pese a todo, la unanimidad de la comisión de Fomento del Congreso choca de frente con la lentitud de la Junta de Castilla y León a la hora de resolver la concesión administrativa de los bienes inmuebles ligados al ferrocarril y que ya ha causado que una empresa experta en el sector -ARMF Mantenimiento y Proyectos Ferroviarios-, abandonase un proyecto que pretendía desarrollar en los talleres de Villablino para la reparación de trece vagones. Y esta iniciativa tan solo era el germen de un proyecto mucho más ambicioso que tenía como objetivo comenzar una actividad industrial ligada al ferrocarril Cubillos-Villablino. Aún así, la sociedad continúa muy interesada en otros proyectos turísticos e industriales que tendrían como escenario el Ponfeblino, a pesar de que la consejería no termina de tramitar la cesión de las instalaciones al Consorcio del Ponfeblino.
La justificación de la Proposición No de Ley
La PNL asegura que en España se enmarcan dentro de la denominación de ferrocarril histórico una serie de trenes, de características diferentes, que van desde el ferrocarril de Arganda en Madrid hasta el recientemente inaugurado en Utrillas pasando por el Ecomuseo de Samuño en Asturias o el conjunto minero de Río Tinto. Todos ellos conservan las vías o se encuentran en disposición de volver a instalarlas “como espacios integrales en los que se les dé una nueva vida a través de un uso cultural, recreativo o turístico”, argumenta el PSOE en la propuesta.
En la actualidad existe, según la Proposición No de Ley, “un número reducido de ferrocarriles, en su mayoría de carácter minero y con trayectos cortos que no traspasan los límites de la comunidad autónoma donde se asienta”. Aún así, y tal y como reza el texto, se trata de “una actividad con un gran potencial que ha supuesto un incremento de la economía allí donde se han desarrollado, atrayendo cada año a miles de personas a bordo de los trenes”. Viajeros que además de abonar sus billetes para el mantenimiento de la actividad suponen para las zonas donde se ubican un potente motor económico con gran repercusión en el sector servicios.
El potencial de desarrollo de los ferrocarriles históricos, “nos lo da lo sucedido en otros países de la Unión Europea como Francia” que actualmente tiene noventa y cinco ferrocarriles, cuarenta y cuatro experiencias en ciclodresinas y velorrailes y un total de mil doscientos kilómetros de vía en funcionamiento que generan unos ochocientos puestos de trabajo directos por los que viajan casi cuatro millones de personas, según reitera la PNL. En Reino Unido, por su parte, el número de trenes supera los doscientos con más de nueve millones de visitantes, dieciocho mil personas voluntarias y más de ocho mil vehículos en circulación.
Sin embargo, en España, los ferrocarriles históricos que ya funcionan lo hacen al amparo de diferentes impulsos institucionales. Pero a día de hoy “no cuentan con ninguna normativa que los regule, facilitando su impulso y desarrollo y estableciendo los requisitos y condiciones que las estructuras y los trenes deben cumplir para una circulación segura”, matiza el grupo socialista en su propuesta. A la vez añaden que “España es el único país de nuestro entorno que carece de una normativa específica”. Es más, la proposición asegura que “la falta de regulación supone un lastre para su implementación”.
Precisamente, por todos estos motivos, el grupo parlamentario socialista elevó la propuesta a la comisión de Fomento del Congreso con el fin de “articular medidas y promover una regulación que permitirá el desarrollo de los ferrocarriles históricos de una forma segura, incentivando su instauración y posibilitando que ADIF permita el desarrollo de proyectos que circulen por vías desafectadas para el uso comercial ferroviario”.