ENERGÍA

Endesa presenta la solicitud de cierre de Compostilla

El Plan de Futuro contempla el estudio de nuevas instalaciones solares fotovoltaicas, con una inversión de unos 240 millones de euros, y situar el almacén central de logística de los parques eólicos de la compañía en las instalaciones de la planta
Imagen de archivo de la central térmica de Compostilla en funcionamiento. / C. Sánchez

Endesa ha presentado este miércoles la solicitud formal de cierre de la central térmica berciana de Compostilla. De esta forma, la compañía ha confirmado que en las actuales circunstancias regulatorias y de mercado es imposible abordar las inversiones necesarias para que la central cumpla con los nuevos límites de emisiones establecidos por la Unión Europea que entrarán en vigor el 30 de junio de 2020.

Esta decisión, que la empresa ya había anticipado asimismo en el marco de la reciente actualización de su Plan Estratégico, está en línea con los objetivos de la política energética nacional avanzados por el Ministerio para la Transición Ecológica para conseguir un sistema energético totalmente descarbonizado en el año 2050, compromiso que es compartido por todos los países que han firmado los acuerdos de la Cumbre de París COP21.

Antes de presentar la solicitud de cierre, la compañía ha informado de ello a los representantes del Ministerio, así como a las autoridades de la Comunidad Autónoma de Castilla y León, y del municipio de Cubillos del Sil, en el que se halla ubicada la instalación.

En paralelo a la solicitud, Endesa ha presentado un Plan de Futuro destinado a compensar los efectos del cierre a través de diversas medidas concretas que promoverán el desarrollo de actividades económicas y generación de empleo en la zona de la central.

La compañía ha subrayado que este Plan se hallará permanentemente abierto a incluir nuevas iniciativas viables que puedan proponerse en adelante, en colaboración con los agentes institucionales, empresariales y sociales de la región, para conseguir esos objetivos.

Plan de Futuro

Este Plan de Futuro incluye el respeto de los puestos de trabajo de los 166 empleados de la central, así como dar total prioridad a la contratación de trabajadores de las actuales empresas auxiliares para el desarrollo de las actividades de cierre y desmantelamiento de la planta, que se prolongarán durante un periodo aproximado de entre 4 y 6 años, y que generarán alrededor de 130 empleos, con puntas de hasta 200.

A los empleados de la central se les ofrecerán recolocaciones, de manera personalizada, en distintos puestos de trabajo de la compañía según sus funciones, siempre teniendo en cuenta la proximidad geográfica a su actual entorno laboral, y se considerarán asimismo las posibilidades derivadas de los trabajos de cierre y desmantelamiento.

A los trabajadores de las empresas auxiliares se les dará la oportunidad de realizar cursos de formación tanto para sumarse a estos trabajos como para poder ser contratados en las nuevas instalaciones renovables que la empresa estudia desarrollar en la zona.

En efecto, Endesa tiene ya en avanzado estado de análisis diversos proyectos energéticos cerca de Ponferrada que darán lugar a elevadas inversiones y a la generación de empleo. En concreto, está estudiando la posibilidad de desarrollar proyectos fotovoltaicos que suman hasta 300 MW con una inversión de unos 240 millones de euros. A ello hay que añadir que tiene en tramitación 20 MW eólicos en Castilla y León, con una inversión de más de 20 millones.

Por otro lado, la empresa está analizando también la posibilidad de situar el almacén central de logística de sus parques eólicos en el emplazamiento de la planta. Este almacén central, que contaría con dos naves de más de 10.000 m2 de superficie, tiene un volumen de material acumulado de más de 66.000 unidades, lo que equivale a 16,6 millones de euros en stock. El número de operaciones de carga y descarga en 2017 fue superior a 1.300, lo que supone un volumen de operaciones anual de más de 31 millones de euros.

El conjunto de los proyectos renovables antes mencionados supondría una inversión total de 260 millones de euros, la generación de 650 puestos de trabajo durante la fase de construcción de las instalaciones y 22 empleos para su operación y mantenimiento.

Asimismo, proporcionaría importantes recursos a los municipios correspondientes a través de impuestos y tasas, así como elevados ingresos en concepto de alquileres a los propietarios de los terrenos en los que se ubiquen esas instalaciones.

Por otro lado, la compañía, dentro de este Plan, impulsará un programa a fin de que empresas, instituciones y otros agentes públicos y privados puedan presentar alternativas viables, a través de un proceso participativo, transparente y abierto, para buscar proyectos de inversión y creación de empleo en el propio emplazamiento de la central o en sus zonas aledañas.

En este programa, que se desarrollará con una alta implicación de los agentes regionales y locales, cualquier interesado podrá presentar un proyecto de reconversión. La​ evaluación de los proyectos será responsabilidad de un comité independiente que incluirá asimismo una relevante representación de los agentes regionales y locales.

Las nuevas exigencias medioambientales de la Unión Europea

La nueva Directiva comunitaria de Emisiones Industriales (DEI), que será de aplicación para Compostilla el 30 de junio de 2020, una vez finalizado el Plan Nacional Transitorio, establece límites más exigentes a las emisiones contaminantes. La adaptación de la central de Compostilla a esta normativa le obligaría a realizar elevadas inversiones cuya recuperación es imposible en las condiciones regulatorias y de mercado tanto actuales como previsibles. Más imposible aún sería la recuperación de las inversiones necesarias para cumplir con los límites BREF, que son todavía más exigentes que los de esa Directiva y que serán de obligada aplicación a partir de agosto de 2021.

En definitiva, la evolución de los precios energéticos, el menor margen que el mercado de generación deja libre para que las centrales de carbón nacional puedan funcionar un número suficiente de horas, el cumplimiento del Plan para que se produzca el cierre ordenado de las minas de carbón en 2018, las nulas perspectivas de que se produzcan novedades regulatorias que aseguren la suficiente recuperación de las nuevas inversiones y la necesidad de sustituir progresivamente centrales térmicas por tecnologías libres de emisiones, a fin de cumplir los compromisos adquiridos en la Cumbre de París COP 21, suman un conjunto muy amplio y relevante de factores que hacen imposible afrontar esas inversiones.

La central de Compostilla se encuentra acogida en la actualidad al Plan Nacional Transitorio, al haber renunciado en septiembre de 2015 al mecanismo de Exención por Vida Útil Limitada, por lo que puede producir más allá de las 17.500 horas a las que la limitaba ese mecanismo dentro de los límites medioambientales establecidos.

Así pues, seguirá operativa hasta la finalización del Plan Nacional Transitorio, momento en el que an en vifor los e entrardel a de generacimiento y en funciacionales.

energrace ro Delegado del Grupo, Francesco Staraceue ha manen vigorestará obligada a dejar de producir. Hasta entonces, la central irá dando salida progresivamente al carbón que tiene almacenado, así como a las posibles toneladas adicionales que pudiera ir precisando en el futuro en función de las horas de funcionamiento que le permita la evolución del mercado de generación.

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