CORONAVIRUS

El Obispado de León cierra las iglesias y suspende todo tipo de celebraciones

Las misas de funeral se pospondrán y solamente habrá enterramientos con una oración en el cementerio

El Obispado de León emitió este mediodía un comunicado en el que comunica el cierre de todos los templos parroquiales, iglesias y capillas y la supresión de todas las misas en los mismos, así como la de celebraciones sacramentales y actos de piedad.

En un escrito que firma el obispo Julián López se detalla que se dispensa a los fieles cristianos de la Diócesis de la asistencia a la Eucaristía, los domingos y fiestas de precepto y se recuerda que se puede seguir la santa misa por televisión o radio, así como por otros dispositivos electrónicos. 

“La comunión espiritual es una práctica tradicional de la Iglesia que hemos de recuperar en estas dolorosas circunstancias, y puede ser ocasión de santificación y de comunión eclesial”, añade. Igualmente, quedan suspendidas, por el momento, las celebraciones previstas para la Cuaresma y la Semana Santa en todas las iglesias.

Hasta nuevo aviso, se suprime cualquier celebración como matrimonios, bautizos, primeras comuniones, confirmaciones y penitencia comunitaria. Se mantendrá esta medida hasta que sea posible reanudar sin riesgo para la salud pública la normalización de estos importantes momentos de la vida cristiana.

En relación con la celebración de funerales y exequias se aplica la misma restricción en las iglesias y demás templos y se procederá al entierro del difunto con alguna sencilla oración directamente en el cementerio sin entrar en el templo y se pospondrá la misa de funeral en la iglesia para más adelante.

“Los sacerdotes estarán disponibles para atender ministerialmente en estos difíciles momentos al pueblo que se les ha confiado y a puerta cerrada, se les invita a celebrar diariamente la santa misa en privado o con algunas pocas personas de su elección”, se apunta antes de señalar que se deben aprovechar las circunstancias “también como una llamada a la oración. Puede ser una buena ocasión para rezar en familia el Rosario a la Santísima Virgen María, leer el Evangelio, de orar por los enfermos y por las personas que les atienden y les cuidan y de encomendar también a los fallecidos por esta inesperada pandemia”.

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