El neoleonesismo como excusa

Vaya fin de año. La que ha liado el alcalde de la capital, el socialista Diez, poniéndose al frente, tal cual “La libertad guiando al pueblo” de Delacroix, de un neoleonesismo trasversal que busca imitar el exitoso movimiento electoral de “Teruel existe”, un auténtico tsunami político aragonés  que en las pasadas elecciones generales logró ser la lista más votada desbancando en la provincia a los bipartidistas PP y PSOE. A “Teruel existe” lo votaron socialistas, populares, desencantados de todos los colores y populistas de todas las banderas. Un diputado y dos senadores, lo que les da derecho a decidir quién será el próximo presidente del Gobierno de España a cambio de una larga lista de reivindicaciones históricas de esta olvidada provincia aragonesa.

Diez toma ese ejemplo y, de paso, limpia de telarañas viejas reivindicaciones leonesistas de  sus predecesores Francisco Fernández, Agustín Turiel, Morano, De Francisco o hasta del predemocrático José María Suárez. Todos fracasaron en su intento de que León articulase una comunidad autónoma independiente de la de Castilla y León. Todos generaron enormes expectativas ciudadanas y hasta alguno de ellos logró sacar a la calle a decenas de miles de ciudadanos ilusionados para reclamar una autonomía propia. Todos esos movimientos fueron traicionados por sus propios impulsores, causando una decepción popular enorme.

Heredera de todos esos vaivenes es la actual UPL, un partido que fracasó estrepitosamente en las últimas elecciones generales y que tuvo un cierto éxito en el Ayuntamiento de la capital, pasando de uno a tres concejales. Gracias a ese crecimiento, la UPL se ha convertido en llave de la gobernabilidad municipal y desde esa plataforma privilegiada viene presentando moción tras moción, todas apoyadas por el PSOE, muchas de las cuales no pasan más allá de Puente Villarente (Matías Llorente dixit). ¿Cuántas mociones de este talante independentista se han aprobado ya en el Ayuntamiento de León?¿Y qué consecuencias han tenido?

Tras el revuelo de la moción aprobada esta semana en el Ayuntamiento de la capital, su titular, el socialista Diez, ha quemado sus naves, como Cortés hace quinientos años ante las costas de México. ¿Y ahora qué? Lo único que ha ganado Diez ha sido la estabilidad necesaria para gobernar León en esta legislatura, ya que UPL ha quedado rendido a sus pies. ¿Y ahora qué hace Diez con esta estabilidad y, sobre todo, cómo va a administrar la tan polémica moción?

Nadie lo sabe. Ni el propio Diez. ¿Este era el proyecto de ciudad que tenía en la cabeza Diez al presentarse como candidato a la Alcaldía? Pues todo hace indicar que es un callejón sin salida. Seguramente Diez espera que tras esta decisión las distintas administraciones públicas (Junta y Gobierno central) reaccionen colmando de inversiones a la provincia leonesa, en un intento de calmar y sosegar el neoleonesismo trasversal. Ya se verá.

Justificar la decadencia leonesa con el victimismo del nos roban y nos marginan es un intento –otro más- de ocultar nuestras propias incapacidades. Lo que alguna vez algún líder político leonés debería plantear es una reacción a la japonesa, es decir trabajar, aunar fuerzas, invertir, planificar y desarrollar el talento para convertir a la provincia en el motor económico de la Comunidad, en un modelo imbatible de desarrollo e innovación. Hay que ganar a Castilla trabajando. Existen los mimbres, hay talento, recursos, infraestructuras, posicionamiento. Sólo hace falta que los leoneses creamos en nuestras posibilidades y dejar de derrochar energías en  buscar enemigos exteriores.

Los dos últimos alcaldes, Diez (PSOE) y Silván (PP) coinciden en destacar que lo que León necesita es que los leoneses se lo crean, que tengan confianza en sus propias posibilidades, que generen autoestima, que crean en sí mismos. A ver si alguna vez pasamos de las musas al teatro, nos lo creemos y actuamos sin demagogias y populismos baratos.

Ay, bueno, feliz año.

 

 

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Un comentario en “El neoleonesismo como excusa

  1. Señor Martínez,

    Usted vive en un mundo paralelo.

    Su opinión carece de fundamento y de profundidad. Piensa que lo que nos falla es que nos lo creamos. Menuda estupidez, cuando lo que ocurre es que no podemos gestionar nuestros recursos.

    Esto es como cuando se nos dice a las mujeres que para igualar nuestros derechos, debemos trabajar más. En fin, sin palabras me deja de lo injusto de su planteamiento.

    Claro que llegaremos lejos, pero sin ellos. No tenga duda de que esto es ya imparable. Y tampoco olvide que usted no contribuyó. Sus conflictos de intereses tendrá.

    León sin Castilla!!

    Autonomía ya!!!

    Saludos

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