El Pleno de la Corporación aprobó este martes, por unanimidad, la cuenta general de 2021. «Una cuenta con balance positivo en la línea de gestión del equipo de gobierno socialista», remarcó el primer edil, Mario Rivas. Al cierre del ejercicio 2021, la deuda pendiente que arrastraba el Consistorio con Seguridad Social era de 301.000 euros, débito que ya ha sido eliminado totalmente el pasado mes de abril por lo que actualmente la institución municipal no tiene deudas con las entidades públicas, ya que con Hacienda quedó saldada en el año 2017.
Al finalizar 2021, la deuda con las entidades de crédito -créditos ICO, préstamo con Unicaja…- era de 7.416.000 euros, si bien es cierto, el regidor ha resaltado que cuando concluya este año estará en torno a 6.950.000 euros, muy cerca de ese 110% de límite de endeudamiento que permite la Ley para optar a líneas de crédito con las que el Ayuntamiento podrá afrontar económicamente proyectos, como por ejemplo, el cebadero comunitario, con la puesta en funcionamiento del matadero municipal asociado a él, la renovación del parque móvil o una oferta de empleo pública «más amplia y estable».
Otra cuestión en la que quiso poner el acento el regidor fue el plazo medio de pago a proveedores, que llegó a estar por encima de los 365 días, «frente a los 11,7 días en los que estamos actualmente».
El equipo de gobierno redujo la deuda en más de 6 M€ desde 2015
Haciendo balance global, Mario Rivas recordó que en 2015, primer año en el que gobernó el Ayuntamiento como alcalde, la deuda sumaba 13.760.000 euros, frente a los 7.416.000 euros del cierre del ejercicio 2021. Más de seis millones de euros de reducción de deuda en casi dos legislaturas.
Liberar ese lastre permite al Consistorio «dar estabilidad económica en beneficio de los ciudadanos». En este sentido Rivas explicó que ya se están produciendo las primeras inversiones con presupuestos propios «como la adquisición del nuevo camión de la basura o de la barredora municipal». La eliminación de la deuda redunda, asimismo, «en beneficio de los trabajadores municipales», ya que anteriormente el Ayuntamiento «no podía siquiera afrontar el pago de las nóminas».