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El Club Xeitu convoca la duodécima edición del concurso de recogida de toponimia ‘Concha de Lama’. El premio, abierto a trabajos de cualquiera de los pueblos de la montaña occidental astur-leonesa, cuenta con su dotación económica hasta los 500 euros, a lo que se suma la publicación de la obra ganadora.
Con esta iniciativa, que desde su primer año ha contado con la colaboración del Instituto Leonés de Cultura de la Diputación, se pretende estimular la participación pública en la recopilación y salvaguarda de esta rama del patrimonio inmaterial, animando a hacerlo a vecinos y naturales de Laciana, Babia, Luna, Omaña, Alto Sil y las zonas limítrofes asturianas que abarca.
Así, podrán participar trabajos de cualquiera de los pueblos de los municipios de Villablino, Murias de Paredes, Riello, Valdesamario, Soto y Amío, Páramo del Sil, Palacios del Sil, San Emiliano, Cabrillanes, Sena de Luna y Los Barrios de Luna y Pola de Somiedo, Cangas del Narcea y Degaña (Principado de Asturias). En ellos, el autor o autores han de recopilar cuantos topónimos puedan ser recogidos en un listado, mapas, ortofotos y elementos similares.
El premio tiene una dotación económica de 500 euros, además de la publicación de la obra ganadora en la serie ‘Toponimia’ del Club Xeitu. El plazo de presentación de originales está abierto hasta el 1 de septiembre y el fallo del jurado, que estará compuesto por personas vinculadas a la temática, será hecho público antes del 15 de octubre.
Desde su primera convocatoria, en 2012, el concurso de recogida de toponimia ‘Concha de Lama’ ha reconocido trabajos presentados sobre las localidades de La Majúa (Ignacio Prieto), Montrondo (Adriana García), Lumajo (Nuria Ménguez), Pinos (Leopoldo Antolín), Villaseca de Laciana (Alberto González) Villanueva de Omaña (Roberto González), Rioscuro (Luis Fernández) y La Urz (Marta Prieto). El último trabajo premiado, dedicado al pueblo de Matalavilla, en el Alto Sil, obra de Ovidio García, se editará en los próximos meses.
Desde el Club Xeitu animan a la participación en el concurso para “contribuir a la recogida y transmisión del bien del patrimonio cultural, en claro riesgo de desaparición, en una iniciativa que se comparte entre una entidad cultural y la población local y que ha contado hasta la fecha con una gran aceptación”.
