Como cada último fin de semana de octubre, en la noche del sábado 26 al domingo 27 será el momento de atrasar los relojes para dar entrada al horario de invierno: a las 3.00 serán las 2.00, dando lugar a la noche más larga. Una hora más de sueño para quien esté en la cama, pero también una más de trabajo para el que le toque turno de noche, o de diversión, en el caso de los más trasnochadores.
Desde hace años el cambio horario está implementado en multitud de dispositivos digitales (ordenadores, smartphones, tablets…), que se pondrán en hora automáticamente. Pero aún nos rodean muchos relojes analógicos con los que deberemos estar atentos para no equivocarnos de hora a partir del domingo.
Si los planes de la Unión Europea siguen adelante, ésta será una de las últimas veces que tengamos que tocar los relojes. La idea es que a partir de 2021 todos los países de la UE mantengan un uso horario fijo, una decisión que cada Estado deberá anunciar en abril de 2020.