energía

Diputación critica a “los salvapatrias que se quitan la careta para condenar al cierre a las térmicas”

Presidente y alcaldes mineros arremeten contra una moción de Podemos que “liquida el carbón” con el voto a favor de PSOE y Ciudadanos
El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, preside el Pleno Ordinario de la institución provincial. Junto a él, el vicepresidente primero para el Bierzo, Ángel Calvo. / C. S. Campillo

Con rotundidad e indignación. Así respondieron este miércoles el presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, y los vicepresidentes primero y para el Bierzo y alcaldes mineros de Páramo del Sil y Pola de Gordón respectivamente, Ángel Calvo y Francisco Castañón a la moción impulsada por Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea y aprobada ayer en el Congreso con el apoyo del PSOE, Ciudadanos y otras formaciones. Una propuesta que supone, en palabras de Majo “el cierre de las térmicas, liquidar el carbón y el ataque más frontal a las cuencas de los últimos años”.

La iniciativa, que también recibió el apoyo de Esquerra Republicana, PDeCAT, Compromís, UPN, Bildu y Nueva Canarias y que el PP, Foro Asturias y Coalición Canaria votaron en contra -el PNV se abstuvo- será llevada al Parlamento Europeo donde, según Calvo, esperan que tengan mejor criterio y la cabeza mejor amueblada que los que votaron ayer y la rechacen”.

A su juicio, esta moción “condena al cierre a las centrales térmicas que están haciendo los deberes” e invirtiendo en descontaminación y para reducir las emisiones de CO2 y el apoyo, principalmente del PSOE, deja al descubierto “que los que estaban siendo los salvapatrias del sector en los últimos años se quitan la careta”.

Calvo lamenta especialmente que después de que el PP “tuvo en casa al enemigo cuatro años”, en alusión al exministro José Manuel Soria, ahora que en el Ministerio hay un interlocutor, Álvaro Nadal, al que considera interesado en mantener el sector, se dé el visto bueno a medidas que reducirían drásticamente los plazos previstos para adaptar las instalaciones generadoras de electricidad a las normativas medioambientales, lo que suprimiría el consumo de carbón porque no les resultaría rentable hacerlo, dado que se anticipa considerablemente el cierre de las centrales.

El diputado recordó que en Castilla y León tan solo la central térmica de Anllares, en el Bierzo, tiene una fecha de clausura ya prevista -y aún no autorizada por el Gobierno- y remarcó que si la moción aprobada ayer se aplica todas las instalaciones están condenadas al cierre porque a ninguna le compensaría hacer grandes inversiones cuando en el año 2020 van a tener que desaparecer la mayor parte y el resto en 2030.

Si se llegasen a aplicar esas medidas, dijo, España quedaría “total y absolutamente en manos del gas, que está en países inestables”, lo que no garantiza el suministro y deja en el aire el precio del recibo de la luz en función de los vaivenes del mercado. Calvo deja en manos de Alemania la oposición a estos planteamientos. “No creo que vaya a bajar los brazos ante esta situación el país al que consideramos el motor de Europa”, dijo.

El aire, el agua y el sol son gratis, señaló, antes de defender que el carbón no quiere quitar el puesto a las fuentes de energía renovables pero sí seguir existiendo como recurso propio, que garantiza el suministro cuando otras fuentes no son suficientes.

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