Cinco años no son nada, de Juan M. Martínez Valdueza

PRÓLOGO de Manuel Pastor Martínez

“A todos los efectos se nos recuerda continuamente que vivimos en la era de la información, que muchos sospechamos es más bien de la propaganda. En los años 1950s Leon Festinger, con la colaboración de colegas y discípulos en la californiana universidad de Stanford, formuló el concepto de la “disonancia cognitiva”, que trata de explicar científicamente –si la perversión “agit-prop” o la corrupción y deshonestidad intelectuales no bastaran– un problema que afecta al periodismo y al análisis político con carácter de pandemia global. Es lo que vulgarmente se han venido llamando la desinformación o las “fake news”.

Mi querido amigo Juan Manuel Martínez Valdueza, periodista, analista político e historiador, editor, poeta y ensayista en general –es decir, un escritor total– con su sentido común y claridad moral es una llamativa excepción a ese mal o enfermedad universales.

Puede que cinco años no sean nada, pero para mí en el lustro transcurrido desde 2016 se forjó mi gran amistad con Juan Manuel (y a través suyo con otras personas, como Catalina, Leo, Paco y Piluca).

El autor me ha pedido, honrándome con ello –aunque dudo que yo esté a la altura que él merece–, que prologue este volumen de escritos suyos desde 2016, en La Crítica (revista o periódico digital fundado por él en ese preciso año) y en otras publicaciones digitales o en papel, con algunos artículos de 2015 y 2021 que desbordan el marco cronológico fijado en el título del libro.

Como columnista, Juan Manuel está merecidísimamente en la noble tradición costumbrista crítica de Mesonero Romanos, y asimismo en la más sofisticada de ensayística social y política de Larra. Aparte por supuesto de sus ricas contribuciones como editor independiente, historiador de la Segunda República, y analista político del presente. Casi no me atrevo a mencionar su condición, discreta y delicada, de poeta, con sus implicaciones filosóficas como testigo y visionario de la Historia.

Juan Manuel sorprende por la belleza y precisión de su lenguaje, una escritura del español que evoca las grandezas de nuestra cultura e idioma nacionales. Y quien escribe tan bien es porque piensa también bien.

He de confesar que hemos tenido en política nuestras elecciones afectivas o intereses coincidentes en épocas distintas: en nuestra lejana juventud con tierna ingenuidad hacia el PSP, y en tiempos recientes, muy fugazmente, con cierta independencia y un sano pero crítico liberalismo, hacia Ciudadanos.

Juan Manuel fue testigo en primera fila, y también víctima, de las primeras corruptelas partitocráticas del PSOE en la Transición (corrupción y partitocracia, vengo sosteniendo, son las causas que han impedido una Consolidación democrática en España), pero esa es otra historia. Creo que su escepticismo crítico respecto a la política es hoy, una vez más, coincidente con el mío.

Un célebre tocayo de nuestro autor, el Infante don Juan Manuel, Príncipe de Villena y de Peñafiel, en una de sus crónicas del siglo XIV acuñó la expresión “Guerra Fría” (según investigó un historiador de la universidad de Columbia en Nueva York) para describir algunos momentos o fases menos “calientes” de la Reconquista, que esencialmente era una Guerra Cultural (“Clash of Civilizations”, según Samuel P. Huntington) entre las civilizaciones cristiana e islámica en el viejo solar ibérico.

Estamos hoy inmersos en una nueva Guerra Cultural, una “Guerra Civil Fría” mundial y en el interior de nuestras sociedades, entre las culturas nacionales históricas y las culturas “identitarias” posmodernas o las nuevas versiones de teorías étnico-raciales (con el adjetivo de “críticas”). Juan Manuel Martínez Valdueza es un “guerrillero” demócrata, constitucionalista y españolista, cualificado en estas guerras desde sus baluartes astorganos, tanto como editor de libros y de La Crítica, así como excelente prosista de editoriales, columnas, artículos y auténticos ensayos en la misma publicación periódica por él fundada, y en otras de las que es un colaborador habitual.

Como observaría George Orwell, su sincero interés por la verdad en estos tiempos tan difíciles y confusos del “neo-lenguaje” y la “pos-verdad” (antiliberales y antidemocráticos) es realmente un acto revolucionario.”

Manuel Pastor Martínez
Catedrático de Ciencia Política de la Universidad Complutense de Madrid.
Boulder Lake, Minnesota (USA), Julio 2021

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