Aprobados 99.000 euros para realizar un inventario de las fortificaciones de la Guerra Civil en Castilla y León

Entre las zonas de estudio e investigación están las comarcas de Laciana, Babia y Luna
Una de las fortificaciones inventariadas por el estudio de la Universidad de León / ULE

La consejería de Cultura y Turismo impulsa, con la ayuda económica que ahora concede -99.000 euros- a la Universidad de León, la protección del patrimonio bélico, haciendo posible su estudio y conservación. La creación de centros de interpretación y la puesta en valor de los distintos elementos materiales del conflicto, tales como munición y objetos de la vida cotidiana en el frente, contribuirá a incrementar el interés por los ciudadanos en relación con este creciente patrimonio, como también ha ocurrido en otras zonas de España.

Desde 2019, el equipo de investigación HISMECON (Historia y Memoria Contemporánea) de la Universidad de León está trabajando en distintos proyectos, con el objetivo de realizar un estudio multidisciplinar sobre el patrimonio resultante de la Guerra Civil española, conservado actualmente en el territorio de la provincia de León. Hasta la fecha se han estudiado más de un centenar de emplazamientos fortificados del llamado ‘Frente de León’, en las comarcas de Babia y Laciana.

Por ello, la importancia de los restos materiales existentes en distintos lugares de Castilla y León, fruto de la contienda bélica, hace necesaria la realización de un inventario que recoja todos estos elementos patrimoniales. Esto permitirá, tal y como defiende la Junta, «una visión global y de conjunto que agrupe por sectores o frentes todo este legado, proporcionando al mismo tiempo una visión completa de dicho patrimonio».

La metodología a seguir por este equipo en la investigación que llevará a cabo el inventario incluirá el estudio de fuentes documentales tales como archivos militares, prensa, partes de guerra, o diarios personales, entre otras, así como la localización y análisis de fuentes cartográficas: mapas de la guerra, mapas catastrales, visores digitales, vuelos con dron sobre los yacimientos, prospección directa de algunos lugares o fichas de inventario.

Mediante la realización de un estudio e investigación, apunta la administración autonómica, se pretende establecer «pautas para la correcta interpretación posterior y puesta en valor, llevar a cabo la señalización de elementos o conjuntos, el diseño de rutas turísticas y la creación de materiales didácticos y exposiciones temáticas».

La realización de este inventario hará posible que el conocimiento de estos lugares históricos «permita desarrollar una experiencia enriquecedora para el visitante».

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