Acelerar no siempre es ir más rápido

Al escribir alguno de mis artículos ; me metí en un pequeño lío debido a que mis conocimientos de física de hace años, no me sirvieron para despejar algunas dudas que luego ya resolví y gracias en parte a un buen amigo, Luis E. Vadillo Sacristán que como físico que es sabe mucho mas que yo de estos temas.

En la vida cotidiana cuando vamos en nuestro automóvil y nos dicen que aceleremos entendemos por esto aumentar la velocidad. En efecto si un automóvil se desplaza en línea recta a 60 Km/h y  al cabo de escasos segundos se mueve a 80 por ejemplo es que hemos acelerado. Como es obvio se trata de pisar el acelerador y punto.

Ahora bien  en el ejemplo anterior (línea recta) lo que hacemos es modificar para aumentar la cuantía o si se quiere el módulo del vector velocidad. La aceleración en términos estrictamente físicos es una variación de la velocidad. Por tanto si en vez de acelerar frenamos y reducimos la velocidad también estamos acelerando sólo que con una aceleración negativa. En cualquier caso se trata de una aceleración llamada aceleración tangencia. No obstante el punto clave estriba en que la velocidad es una magnitud vectorial, es decir para definirla correctamente no sólo hace falta detallar su intensidad (60 Km/h. por ejemplo) si no la dirección en la que se mueve el automóvil y el sentido. Cualquier variación de una velocidad entendida como magnitud vectorial es una aceleración. Por tanto cuando varía la dirección en la que se está moviendo un objeto este estará sometido asimismo a una aceleración. Este es el concepto que no me quedó muy claro por lo que parece cuando era estudiante.

Cuando damos una curva y aunque durante toda esta la velocidad lineal (sean por ejemplo 40 km/hora), se mantenga constante el automóvil estará sometido a una aceleración que es la que le lleva a cambiar continuamente de dirección. En este caso acelerar no es moverse más rápido ,(ni mas lento), si no cambiar la velocidad entendiendo como tal el vector velocidad.

Un caso muy interesante en este asunto es el de las órbitas de los satélites artificiales en torno a la Tierra o también el de La Tierra en torno al Sol o de la Luna en torno a nuestro planeta. Las órbitas aludidas en general nunca son rigurosamente circulares, pero si lo fuesen ( aunque sólo de modo que se pueda considerar que así es a efectos prácticos), nos encontraríamos con un objeto que está girando en torno a otro. El objeto que gira en realidad está cayendo hacia aquel en torno al que gira. La Luna en torno a la Tierra por ejemplo; pero esta caída no supone que la componente del movimiento en la línea que une los centros de ambos cuerpos aumente.  Esta componente permanece constante y la aceleración lo que hace es variar la dirección del movimiento.

En distancia cortas sin embargo podemos considerar que la superficie terrestre (por ejemplo) no es curva si no plana. En este caso  ( disparo por ejemplo de una bala de un cañón), la aceleración lo que hace no es variar la dirección de la componente vertical del movimiento si no incrementar la intensidad o módulo. Aquí si cabe decir que la aceleración implica aumentar la velocidad de la caída. Es lo que observamos por ejemplo con una piedra lanzada horizontalmente desde lo alto de una torre.

Una piedra lanzada horizontalmente desde lo alto de una torre describe un movimiento que es resultado de la composición de dos. Uno rigurosamente horizontal y de velocidad constante y otro rigurosamente vertical y de velocidad que se incrementa continuamente. Desde los tiempos de Newton se sabe que hay una gran similitud entre los movimientos que observamos en la vida cotidiana ( la piedra del caso anterior por ejemplo) y el de la Luna moviéndose en torno a la Tierra. Gran similitud si; pero en este ultimo caso (movimiento lunar) ya hay que considerar la Tierra , no como una superficie plana, si no como una esfera. Aquí esta el “gato encerrado”.

La Luna cae continuamente hacia la Tierra, pero no lo hace siguiendo la línea que une los centros de ambos cuerpos y la aceleración en el caso de la Luna no estriba en aumentar la intensidad de la velocidad en la línea que los centros de ambos cuerpos. La aceleración estriba en hacer cambiar continuamente la dirección del movimiento de la Luna. Es una aceleración llamada aceleración normal y no una aceleración tangencial. Por todo ello la Luna puede estar eternamente cayendo hacia la Tierra; pero sin llegar jamás a chocar con nuestro planeta.

En un movimiento circular uniforme (a grandes rasgos podemos admitir que es el de la Luna en torno a la Tierra), la velocidad se mantiene constante en intensidad; pero la Luna aunque está cayendo continuamente ni se acerca ni se aleja jamás, siempre y cuando el movimientos sea rigurosamente circular y uniforme. En realidad y al contrario que en el caso de la piedra no tiene mucho sentido hablar de la composición de dos movimientos, (uno horizontal y otro vertical); si no de uno sólo que es constante en intensidad pero que varía de modo uniforme en dirección.

En una palabra que como dice el título de este artículo, acelerar no siempre es ir mas rápido.

Bembibre, 6 de junio de 2021

Rogelio Meléndez Tercero

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