ARMF restaura en los talleres de Villablino dos locomotoras históricas para Ferrocarriles de la Generalitat

Son dos locomotoras de la línea Llobregat-Anoia, línea que pertenecía antiguamente a la Compañía General de Ferrocarriles Catalanes

La empresa ARMF ‘Mantenimiento y Proyectos Ferroviarios S.L’ se hizo, hace casi un año, con el arrendamiento de los antiguos talleres ferroviarios de la capital lacianiega como punta de lanza del tren turístico Ponfeblino. Pero mientras tanto, la compañía, que ha puesto en valor las instalaciones, ha mostrado su valía.

Se podría decir que la vieja nave, puesta a punto por ARMF, está siendo bien empleada porque en este mes, dos viejas locomotoras de la línea Llobregat-Anoia, línea que pertenecía antiguamente a la Compañía General de Ferrocarriles Catalanes, se trasladarán al municipio de Martorell -Barcelona-, después de haber sido restauradas en los talleres de Villablino, por parte de esta empresa, con mucho mimo. Tal fue el afán que los trabajos se prolongaron durante seis meses.

En Martorell se expondrán en el museo de material ferroviario que está acometiendo Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña, órgano que encomendó la reparación a ARMF, tal y como explica a Laciana Digital el responsable de la compañía, Manel Ramos.

La primera de las máquinas es una locomotora pequeña de tipo 030 que pertenecía al ferrocarril de Manresa a Berga. «Es de principios del siglo XX», concreta Ramos. La segunda es una locomotora belga que se adquirió para el servicio de las minas de potasa de Suria y Sallent -Barcelona-. «Bajaban la potasa hasta el puerto de Barcelona», explica. Son, tal y como define Ramos, máquinas muy potentes y de las primeras que hubo, de este tipo, en España.

Prueba del aprovechamiento que se puede hacer a estas instalaciones, son estas dos máquinas. «Los talleres son un activo muy importante», defiende Ramos, y aunque estén pensadas para el servicio del tren turístico, «como tienen tantos activos posibles se pueden utilizar para muchas más cosas». De hecho, el 95% de los trabajos que, por el momento, ha desarrollado ARMF en la nave «han sido para temas paralelos, aunque complementarios, al Ponfeblino».

Y aún así la empresa ha ido acometiendo pequeñas labores relacionadas con el ferrocarril turístico. «Hemos reparado las locomotoras que en su día pertenecieron a MSP, luego a CMC y ahora son de la Junta de Castilla y León pero están cedidas al Consorcio del Ponfeblino». También han probado la histórica locomotora 1004 por la vía ferroviaria. Con ella ARMF llegó hasta Palacios del Sil.

Pero hasta que el proyecto del tren turístico arranca y no, la compañía abordará otros planes de reparación de material ferroviario, algo que permite tener en plantilla entre tres y cuatro trabajadores. «Llegué a tener doce», apunta Manel Ramos, «pero la pandemia ha retrasado todo mucho, por eso es tan importante el Ponfeblino». Los planes empresariales -confiesa- «tienen sus dientes de sierra, si tienes encargos necesitas veinte personas y luego igual son cuatro. En cambio con el proyecto turístico tenemos un abanico completo que da la posibilidad de que el ferrocarril esté permanentemente ocupado, y por tanto, tienes estabilidad en la plantilla».

Por eso, Manel Ramos pone la vista en el Ponfeblino. Ese plan que aún está por arrancar, tanto en la puesta en marcha de la infraestructura como del material móvil. «Es un proyecto que está tratando y está llevando el Consorcio, con el que tenemos una excelente relación». Ahora, ha recordado el responsable de ARMF, el plan «se presentará a los fondos europeos ya que el Ministerio también ve este plan como un gran proyecto tractor de todo el territorio, que es lo que realmente necesita la zona».

Y de momento parece que las administraciones están de acuerdo. «Me parece que el tema está bastante enfocado», admite Ramos, quien asegura que tanto el Consorcio del Ponfeblino, como el Ministerio de Transición Ecológica, el Instituto de Transición Justa, la Ciuden y el Ayuntamiento de Villablino «están trabajando codo con codo». El Consistorio lacianiego, continúa diciendo, es «un puntal tremendo en manos de su alcalde, Mario Rivas, así como el Consorcio de la mano de su presidenta, Alicia García, que es un apoyo constante». Ciuden y Ministerio, afirma el responsable de ARMF, «también tienen un gran interés, que es real», concluye diciendo.

Mientras, la empresa adjudicataria de los talleres de Villablino, seguirá restaurando máquinas que se expondrán en museos al otro lado de España. Locomotoras que han sido exquisitamente restauradas en Laciana.

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