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Las temperaturas bajarán mañana martes, 25 de abril, drásticamente en numerosos puntos de Castilla y León donde los termómetros presentarán registros más habituales de la primavera frente a los experimentados en las dos últimas semanas, más próximos al verano. Además, la cota de nieve podría bajar hasta los 900 metros en la Cordillera Cantábrica y a 1.200 o 1.500 en el resto.
Mañana, los cielos del norte y tercio este de la Comunidad serán de nubosos a cubiertos, con lluvias y chubascos, más frecuentes en el extremo nordeste. En el resto estará nuboso con precipitaciones dispersas, poco probables por el suroeste. La Aemet no descarta algunas tormentas.
Lo más llamativo serán las temperaturas en descenso, que será notable en las máximas y en las mínimas en el norte y que estarán acompañadas de vientos del suroeste al oeste, que tenderán a partir de la tarde a la componente norte. El mercurio, de este modo, caerá también cinco grados en Ponferrada (de 28 a 23) mientras que en el resto de la comunidad la disminución oscilará entre los dos y cuatro grados.
Para el miércoles no se descartan tormentas en el extremo norte y en el resto, incluso, chubascos ocasionales dispersos, más probables en el este y Sistema Central. La cota de la nieve se sitúa entre los 700 y 1.000 metros en el norte y entre 1.000 a 1.400 en el resto. Las temperaturas continuarán en descenso, que será notable en las máximas, y las heladas se producirán sobre todo en el tercio norte y este.
Por último, el jueves también existe probabilidad de lluvias en el norte en la primera mitad del día, con la cota de nieve instalada entre 1.000 y 1.300 metros. El mercurio continuará aún más a la baja, frente a máximas en ligero ascenso. Las heladas serán más intensas en el norte y el este y más débiles y dispersas por el suroeste.
